Sigmaroteca
Advertisement
Sigmaroteca
Impriwars banner
TodoEstrategia 739x233

Los Acólitos Kaíricas (también conocidos como Cantores del cambio o Buscadores de la Novena Vía) son sectarios del Caos y el grueso de las tropas mortales Arcanitas de los Discípulos de Tzeentch. [SUP:ARC 1]

Características[]

Los que componen las huestes de Acólitos Kaíricas son hombre y mujeres mortales que ofrecen su alma a cambio de poder arcano. Adoran a su dios, Tzeentch a través de sus daemons intermediarios, especialmente a través de Kairos Tejedestinos.[SUP:ARC 1]

Su apego y adoración mortal hacia Karios, les otorga el nombre de Acólitos Kaíricas y se dedican fervientemente para ganar su favor y obtener una porción de su intelecto incalculable. Bajo su máscara dorada no son atletas ni guerreros, son eruditos enclenques, indigentes, magistrados o nobles que han ofrecido su lealtad a Tzeentch. Usan la magia ritual para volverse más fuertes y tonificados.[SUP:ARC 1]

Mortales adoradores[]

Los Acólitos Kaíricas se unen a las fuerzas de los Discípulos de Tzeentch y sus Arcanitas como personas perturbadas o desesperadas por la magia. A ojos ciegos de otros mortales llevan a la marca de Tzeentch como un tatuaje o escarificación.[SUP:ARC 1]

Divisor Tzeentch

Capacidades[]

Los Acólitos Kaíricas usan sus habilidades arcanas para dotarse de fuerza y muscultatura. Ocultan sus rasgos a través de yelmos picudos encantados. Suelen atacar desde la distancia con magia que porovca rayos de fuego arcano o bambardas de llamas rosas y azules.[SUP:ARC 1]

A pesar de sus habilidades, su fuerzas es un mero préstamo. Debajo de su máscara son simples títeres de Tzeentch condicionados por un deseo de poder inmerecido. Los más fuertes los acompañan Buitrarcas devoramagia que hacen de familiares para todos los de mayor talento.[SUP:ARC 1]

Roles[]

Los Acólitos Kaíricas pueden tener los siguientes roles en la batalla:

  • Acólito Kaírico Adepto
  • Portador de Pergamino Oscuro

Equipamiento[]

Cada Acólito lleva consigo armamento maldito con el sello llameante de Tzeentch,[SUP:ARC 1]

  • Espada Maldita
  • Escudo maldito
  • Guja Maldita
  • Pergamino de las Artes Oscuras
  • Máscara Dorada
    Divisor Tzeentch

Miniaturas[]

El Acólitos Kaíricas se ha visto representado con las siguientes miniaturas citadel:

Divisor Tzeentch

Referencias[]

AOSRefLogo Cataclismo Arcano - Suplemento 3era Edición

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 1,6 Discípulos de Tzeentch | Acólitos Kaíricos | Pág. 14


Los cultistas humanos de Tzeentch, conocidos como Acólitos Kairic (Kairic Acolytes, en inglés), o Cantores del Cambio, han hecho grandes sacrificios a cambio de la promesa de conocimiento y poder, y han invertido décadas en prepararse para ser dignos de la Prueba de los Nueve. Caminan entre los justos, permaneciendo ocultos y esperando pacientemente el momento de actuar. Cuando llega, concentran su poder mágico colectivo en una descarga de rayos y liquidan a los supervivientes con sus espadas curvas.

Descripción[]

Los Kairic Acolytes son los cultistas humanos de Tzeentch, los que pronuncian las palabras asesinas, los Cantantes del Cambio, los Alterados. Son infiltrados astutos que han hecho terribles sacrificios a cambio de conocimiento y poder, y caminan entre la gente desprevenida hasta que llega el momento de atacar.

Estos cultistas vestidos con túnicas cantan no con un ritmo tribal que agita la sangre, sino con una lengua oscura que la enfría. De inquietante a doloroso, el tono fluctúa; la cadencia se detiene, comienza y rechina. A partir de esta disonancia, cada Acólito convoca una bola radiante de luz centelleante. Por un instante, las esferas cuelgan en el aire, luego se dirigen hacia su objetivo en una descarga rugiente de rayos mágicos. Aquellos que se convierten en Kairic Acolytes provienen de todos los ámbitos de la vida, ya sean miembros de una tribu descarriados por una vocación arcana, buscadores del conocimiento prohibido o funcionarios públicos que viven en la ciudad y que están ansiosos por obtener poder. Todos comparten una ambición motriz que los diferencia del hombre común. No es una casualidad que tales individuos se crucen con Acólitos encubiertos, ya que los Cultos Arcanitas apuntan y reclutan aspirantes con gran cuidado, y tardan años o incluso décadas en atrapar a posibles suplicantes. Con el tiempo, aquellos que escuchan sus susurros nocturnos algún día servirán al Arquitecto del Destino.

Al final, solo aquellos que se comprometan por completo pueden intentar la Prueba de los Nueve. Cada culto tiene sus propias variaciones en estos ritos, pero todos terminan con el paseo por el fuego de disformidad. Aquellos que emergen ilesos se convierten en Acólitos Kairicos. Cantando frases arcanas que hieren los oídos de los no iniciados, un escriba escuálido o un anciano del consejo frágil se transforma. La carne se ondula y de la nada aparecen una hoja maldita y un yelmo, relucientes grebas y un escudo de arcanita. Así, un cultista puede, con meras palabras, transformarse de erudito enfermo o aprendiz larguirucho en un ideal muscular de la forma humana y viceversa. Con tales disfraces arcanos, los Kairic Acolytes pueden infiltrarse y subvertir las fuerzas mismas de quienes los cazan.

Fuentes[]

Advertisement