La Batalla de la Torre de Bronce fue uno de los enfrentamientos más importantes que tuvieron lugar durante la conquista de la Península Brimstone al inicio de la Era de Sigmar. En esta batalla se pusieron en práctica ingeniosos y mortíferos recursos por parte de ambos bandos, y las consecuencias de su desenlace determinaron el destino futuro de toda la península.
Antecedentes[]
Durante la Batalla del Portal Susurrante Vandus Hammerhand tuvo una visión en la que descubrió que su oponente, el capeón de Khorne Korghos Khul controlaba un portal que conectaba con los reinos infernales. Aún contraviniendo las órdenes del propio Sigmar, Vandus partió con sus tropas en dirección a la fortaleza de Korghos para destruir el portal antes de que se viera comprometida no solo la conquista de la Península Brimstone, sino la seguridad de la propia Azyr.
Vandus le confió su plan al Lord-Relictor de los Hammerhands, su camarada y amigo Ionus Cryptborn. A Ionus se le había encomendado la misión de dirigirse al mando de una Cámara Ejemplar a conquistar los distintos torreones de vigilancia que tachonaban la Península Brimstone. El Lord-Relictor, aunque confiaba plenamente en Vandus, no se atrevía a desobedecer las órdenes del propio Sigmar en pos de una visiones de dudosa procedencia. Sin embargo Vandus le recordó que ocho de los torreones que debía atacar rodeaban la fortaleza de Khul con lo que Ionus podía ayudarle y seguir sus órdenes simultáneamente. Finalmente Ionus accedió y dirigió sus tropas hacia la fortaleza de Khul.
Por su parte, tras la Batalla del Portal Susurrante Threx Skullbrand y sus hombres se replegaron hacia la fortaleza de Korghos Khul. Aunque desconocemos los detalles de dicha retirada, sabemos que a los pocos dias Threx se encontraba al mando de su contingente a la defensa de una de las torres de bronce que rodeaban la foraleza de Khul. Este torreón era el más cercano a la Puerta Susurrante y, como era de esperar, sufrió el ataque de un contingente de Stormcast Eternals, en concreto el dirigido por Ionus Cryptborn.
De manera paralela a estos acontecimientos, Korghos Khul consiguió volver a su fortaleza por su propio pie, humillado tras su derrota a manos de los sigmaritas en la Batalla del Portal Susurrante. Aunque aún contaba con el favor del dios de la sangre, a duras penas podía contener su rabia. Tras observar irritado como varios de sus oficiales holgazaneaban, perpetró una indescriptible matanza entre sus tropas con sus propias manos. Ofreció esta sangre como sacrificio a su dios, y obtuvo su favor. De la sangre de sus soldados descuartizados emergió una pequeña legión de Bloodcrushers. Satisfecho, Korghos envió a los demonios a detener a sus enemigos.
Fuerzas en Combate[]
Fuerzas del Orden[]
El contingente de las fuerzas del orden estuvo compuesto por una Cámara Ejemplar. Al mando estuvo el Lord-Relictor Ionus Cryptborn. Sus oficiales fueron el Retributor Prime Theodrus y el Prosecutor Prime Sturmannon.
Fuerzas del Caos[]
La Torre de Bronce estaba guarnicionada principalmente por Bloodreavers y Blood Warriors de la Goretide, aunque también habían algunos Khorgoraths. Al mando estuvo el Bloodsecrator Threx Skullbrand.
A mitad de la batalla llegó como refuerzo una hueste demoníaca compuesta por Bloodcrushers.
Terreno[]
La batalla tuvo lugar en uno de los torreones de bronce que rodeaban la fortaleza de Korghos Khul en la Península Brimstone.
Desarrollo de la Batalla[]
Suponiendo que la torre estaría bien defendida y que podía aguardar en sus inmediaciones alguna sorpresa, Ionus Cryptborn invocó unas nieblas pars ocultar su avance al enemigo. De esta manera consiguieron acercarse hasta la base de la Torre. Ionus tenía la intención de actuar con cautela, pero Theodrus decidió que esta no era necesaria y dió la orden de ataque. Fue una decisión desafortunada, puesto qie Threx les había preparado una mortífera sorpresa.
En el mismo instante en que los Stormcast revelaron su posición, unas grotescas estatuas que decoraban la torre entonaron un chirriante canto y lo que aparentemente eran uno tocones de árboles resultaron ser unas trampillas por las que fueron expulsados unos géiseres hirvientes de sangre. Toda la vanguardia sigmarita fue neutralizada en la primera explosión. Fue en la cuarta explosión cuando Ionus invocó un rayo con el que destruyó una gárgola y silenció el resto.
Aunque el líder de los Stormcast consiguió neutralizar la amenaza, sus fuerzas resultaron diezmadas. Sin embargo el Lord-Relictor conocía perfectamente las debilidades de los seguidores de Khorne, y con voz grave se burló de los defensores del torreón, a los que acusó de esconderse tras sus muros de manera cobarde. Las tropas de la Goretide respondieron airadas saliendo a combatir con los sitiadores, momento en el cual Ionus ordenó a sus tropas que los eliminaran por completo.
Fue en medio de la refirega posterior cuando Ionus se dió cuenta de que Threx Skullbrand se encontraba en la torre y de que iba autilizar los poderes de su icono para atraer al reino de Khorne al campo de batalla. Ordenó a los Prosecutors de Sturmmanon que atacaran a Threx, pero los guerreros alados no eran rival para el Bloodsecrator. Así pues Threx plantó su icono en el suelo de la torre e invocó al reino demoníaco de Khorne. Las tropas de la Goretide alcanzaron un estado de frenesí salvaje que llevó la batalla a un punto muerto. En el combate posterior las tropas sigmaritas se vieron comprometidas cuando una hueste demoníaca de Bloodcrushers enviada por Korghos Khul les flanqueó.
Fue en este momento cuando Ionus sufrió una extraña e innmeriva a visión de su vida pasada en la que se encontraba nuevamente en Shyish. Una sombría y miesteriosa figura, aparentemente el propio Nagash, le pidió cuentas por una supuesta traición. Al parecer, el precio de dicha traición era el alma de la antigua amada de Ionus. Para cuando recuperó el conocimiento sus tropas estaban rodeadas y la batalla se encontraba en una fase crítica.
Fue en el momento decisivo cuando Ionus descubrió un fallo estructural en la base de la torre e invocó un relámpago que golpeó en el mismo. Los miembros de su guardia de Retributors golpearon con sus pesados martillos el torreón consiguiendo que este cayera sobre la mayoría de las tropas de Threx. Las tropas caóticas restantes fueron fácilmente eliminadas por los sigmaritas, con lo que la batalla se saldó con una victoria de los Stormcast Eternals.
Consecuencias[]
En esta batalla Ionus consiguó una importante victoria puesto que gracias a la destrucción de dicho torreón el Portal de la Ira quedó debilitado. Además sirvió para convencer al Lord-Relictor de la necesidad de apoyar el ataque de Vandus Hammerhand, con lo que envió inmediatamente sus tropas hacia la fortaleza de Korghos Khul. Por su parte el cadaver de Threx Skullbrand no fue encontrado entre los escombros de la torre.
Fuentes[]
- Warhammer Age of Sigmar 1 edición
- War Storm (Antología), por Nick Kyme.