Caos en Excelsis hace referencia a un conjunto de conflictos contados en la campaña de los Reinos Rotos en la cuidad de Excelsis, previo a masiva marcha de las huestes de la Destrucción lo que desencadena en el Asedio de Excelsis. Se trata de un ataque coordinado tras las sombras de las fuerzas del Caos a la cuidad; con una Invasión de Skavens y una Guerra interna contra la Hermandad Piedranula.
Personajes Notables[]
Caballeros Excelsiors
- Segador Blanco
- Malanea Lendu (Caballera Cazadora)
Orden de Azyr
- Galen ven Dest
- Doralia ven Dest
Hermandad Piedranula
- Odo Maulgen
Hueste Skaven
- Brujo Bombardero Rattachak
Preludio[]
Artículo sobre Excelsis
En la cuidad de Excelsis se encontraba la Lanza de Malus, cuyos cuyos fragmentos tenían el poder de ver el futuro. A estos fragmentos extraídos de la lanza se les llamaba destellos y se comerciaba con ellos en la cuidad. Un grupo de miembros de la Elite de la cuidad, llamados el Culto del Camino Predestinado se habían infiltrado en todos los lugares de la cuidad para atacarla desde dentro dirigidos por Ortam Vermyre. El levantamiento de Ortam fue repelido de manera constante por las fuerzas de los Caballeros Excelsiors de los Forjados de la Tormenta, poniendo en cuarentena varias zonas de la cuidad. Por otro lado la presencia de La Orden de Azyr se destacaba para destruir la corrupción de la cuidad, especialmente un duo de cazadores de brujas llamados Galen y su hija Doralia ven Denst.[1]
Por otro lado se habían visto que desde las alcantarillas salían repentinamente algunos skavens que era desterrados por los cazadores y miembros de los Caballeros Excelsiors.[2]
Tras todo lo ocurrido la cuidad y con su gente supersticiosas, la ciudadanía comenzó a ver a los usuarios de la magia como peligros. Se formo un grupo a manos de Odo Maulgen llamada la Hermandad Pidranula para purgar la cuidad de los usuarios de magia ligados al Caos.[2]
Rebelión de la Hermandad Piedranula[]
La Invasión Skaven[]
Gritos aulladores se sentían por doquier y recorrían los pasillos y hogares de la Cuidad de Excelsis. Tras la conversación con el Segador Blanco, los ven Dest salieron a las afueras de la cuidad cuando vieron una multitud de hombres rata atacando a los ciudadanos. Varios agujeros de donde emanaban las huestes skaven (Roajeros) aparecieron, comiéndose todo a su paso y escupiendo hombre rata por miles. Los skaven eran la mitad de grandes que los defensores, pero venían en miles con armas de fuego y cuchillas en sus manos. Destruyeron todo a su paso disparando a cualquiera que se les acercara y destruyendo tabernas, asentamientos y tejados por doquier. Eran dirigidos por el Brujo Bombardero Rattachak quien había jurado que atacaría Excelsis en un momento preciso tras la aparición de una voz que le hablaba desde las llamas. De las tabernas salieron hombres borrachos que se lanzaban al ataque contras los hombres rata con muy poca precisión.
Los Van Dest se unieron a una compañía de Caballeros Excelsiors para ir a por la defensa de la cuidad. Eran pocos comparado con las huestes skaven que emergían desde los suelos. Para apoyar en la defensa del lugar una hueste de Prosecutores (Prosecutors) liderados por la Caballera Cazadora Malanea Lendu a lomos de su compañera Garrabrillante. Se abalanzaron contra los hombres rata destrozando todo a su paso, incluso a aquellos ciudadanos que podrían estar infectados con la magia del Caos. Se armaron cordones de protección a las afueras de los roajeros para defender las posiciones, pero fueron atacados severamente con máquinas de los skaven y el poder de fuego devastador de Rattachak.
El Segador Blanco marchó rápidamente hacia el frente de los Skaven y con poder arrasó a varios de ellos. Doralia y Calen estimaron una posición de francotirador donde se posicionaron a disparar todo a su alcance. A pesar de hacer un alto daño a las filas de los Skaven, estos era interminables.
La Carga de los Excelsiors[]
La cantidad de Skavens que atacaba la ciudad era descomunal para los Caballeros Excélsior. Los skavens lanzaron un conjunto de proyectiles venenosos que dieron en seco en el cuello del Segador Blanco dejándolo de rodillas. Los Ven dest fueron en su ayuda en conjunto con Melanea para protegerlo. Tras hablar rápidamente envió a Melanea con un mensaje para los Caballeros Santificados, especialmente para su líder Gardus Alma de Acero.
Para dar vuelta la batalla a la espera de los refuerzos llego una cámara extremis de Jinetes Dracoth a limpiar como pudieron el lugar y a pesar de los dispararon consecutivos de los skaven lograron pasar por ellos hasta donde estaba la fuerza principal de Rattachak. Pudiendo llegar donde estaba el líder skaven un grupo de Evocadores atacaron la fuerza principal de los hombre rata con tanta fuerza bruta que despejaron las hueste Skaven, haciendo escapar a Rattachak en un mar de llamas.
Doralia y Galen concentraron sus esfuerzos en ir por Odo Maulgen y su Hermandad Piedranula para desmarañar sus planes antes de que sea demasiado tarde.
Las Hermanas del Caos[]
Mientras Doralia y Galen concentraron sus esfuerzos en ir por Odo Maulgen y su Hermandad Piedranula para desmarañar sus planes antes de que sea demasiado tarde, en las sombras el Caos tenía otros planes. Dos seres que fueron creados por el odio que Morathi le tenia al dios del caos Slaanesh habían nacido dos figuras del Caos llamadas Dexcessa y Synessa. Estos vastagos del caos, que funcionaban como un mismo ser habían esperado en la oscuridad durante un tiempo. Ambas habian engatusado a Rattachak para invadir Excelsis desde las profundidades.
Además, Dexcessa y Synessa habian conspirado con los excesos de la Hermadad Piedranula para manifestarse en Excelsis, lo que conectaba todos los acontecimientos de la invasión escaven y los conficltos de la peligrosa Hermandad con el Caos. Usando los espejos confiscados durante la purga de los elfos, la Hermandad Piedranuela los rompió para invocar a las dos vástagos en la cuidad de Excelsis.