El Culto de los mil ojos maquina sus intrincados planes tras de un velo de secreto, integrando a sus agentes en las ciudades y fortalezas del Orden para allanar el camino para sus incursiones. Cuando amanece la hora predestinada, estos asesinos enmascarados caen sobre el desconcertado enemigo atacándole con cuchillas rituales y rayos mágicos.
Los cultos arcanitas de los Disciples of Tzeentch están profundamente arraigados en cada estrato de las ciudades libres de Sigmar, y ninguno más que el Culto de los mil ojos. Usando la magia de la mente y hechizos de manipulación, esta facción oscura teje sus redes de intriga en continentes enteros, sembrando las semillas de la traición y la corrupción mientras llega la hora en que sus miembros se levanten y lleven la guerra a las masas inconscientes del Dios Rey. Los rivales del Caos tampoco son inmunes a las maquinaciones del Culto: los Mil ojos se han infiltrado en muchos campamentos de guerra de Varanspire.
Esta red exhaustiva de espías consiste en miles de almas que operan en celdas discretas a través de grandes distancias, alimentando una corriente constante de secretos robados a su cábala de manipuladores. Este flujo de inteligencia resulta valioso cuando el culto debe ir a la guerra, ya que conocen intimamente los deseos y planes de sus enemigos y se deleitan en cambiar las tornas de sus enemigos con ilusiones, hechizos de control mental y otros hechizos engañosos. El Culto nunca se ha acercado voluntariamente a una batalla en igualdad de condiciones con sus oponentes, Sólo cuando el enemigo entra en pánico, los Mil Ojos atacan y despachan a cualquier oposición con desprecio.
Fuentes[]
- Soul wars: La ira del elegido