Ephryx.
El hechicero del Caos conocido como Ephryx, el Noveno Discípulo, juró lealtad a Tzeentch hace mucho tiempo, acordando liberarse de su alma a cambio de la capacidad de esclavizar la magia. Lo hizo no por buscar el poder mortal, sino con el fin de reclamar todo un Reino Mortal en el nombre de su deidad, realizando un ritual que desviaría todas las puertas del Reino de Chamon hacia el Laberinto de Cristal de Tzeentch. Hace eones, Ephryx supervisó la inclusión del Gran Destructor, Ghal Maraz, en este plan maestro. Durante largos siglos el hechicero construyó la Fortaleza Espeluznante, una fortificación con cráneos incrustados que era tanto un sifón mágico como una fortaleza física. Extraído del torreón del castillo, el potencial mágico del Ghal Maraz dio a Ephryx gran parte de la energía etérica que necesitaba para su objetivo final. Desde que estalló la Tormenta de Sigmar, Ephryx ha planeado robar el poder de las Huestes de la Tormenta para suministrar el resto. Ephryx manipuló los sucesos para que sus aliados tanto mortales como demoníacos estuvieran alineados y someter la Cruzada Heldenhammer a su voluntad. Pero como ocurre con todos los que buscan la bendición de Tzeentch, el titiritero es con demasiada frecuencia otro títere...
Fuentes
- The Quest for Ghal Maraz.