Elegidos por su dios para recibir la recompensa definitiva, los Principes Demonio de las Hordas de Expoliadores consideran su misión impía extender la corrupción por los reinos. A su lado marchan bandas de élite de los más poderosos Slaves to Darkness, así como espantosas bestias mutadas atraídas por el aura oscura que exudan estos campeones malditos.
Hacer frente a los Expoliadores en batalla equivale a luchar contra un ejército de pesadillas. Los Príncipes Demonio que les lideran, seres caídos de una maldad milenaria y de un poder infernal que emana de los mismos Dioses Oscuros, no desean otra cosa que la ruina de todo lo que pueda considerarse sagrado o recto. Ya sea uno solo de ellos gobernando a sus seguidores como un inmisericorde amo demoniaco, o varios compitiendo por el dominio en nombre de su dios, la sola existencia de estos seres hace cumplir los planes de los Poderes Ruinosos. Cada uno de ellos es un canalizador de la energía del Caos, y allí por donde pasan la tierra misma parece rebelarse.
Grandes fisuras se abren en la roca de los reinos, los árboles se parten por la mitad, las laderas de las montañas se resquebrajan, dejando manar de su interior torrentes de fuego brujo y, lo más siniestro de todo, un grueso manto de negrura lo cubre todo al paso de los Expoliadores, tragándose incluso la siempre brillante luz de Hysh. Esta oscuridad sirve como cobertura a los monstruosos seres y a los guerreros de élite que les sirven, permitiéndoles cargar a la batalla por sorpresa, con las almas rebosantes de ansia homicida. Las bandas que siguen a un señor de los Expoliadores comparten la lealtad de su Príncipes Demonio. Gracias al poder de los Dioses Oscuros son capaces de exterminar a ejércitos de mucho mayor tamaño que los suyos, al tiempo que su avance rehace los reinos dándoles una nueva imagen mucho más acorde con la insidiosa naturaleza del Caos puro.
Fuentes[]
- Tomo de batalla: Slave to Darkness (2019)