La prosperidad de los puertos celestes se ha visto muy amenazada por un torrente de magia sin explotar. Nagash, el Dios de la Muerte, invirtió las energías arcanas de Shyish mediante un ritual nigromántico, dando lugar al vórtice que todo lo devora conocido como Nadir de Shyish. La creación de este abismo negro en el corazón del Reino de la Muerte envió una onda de choque a través de la realidad, provocando el desorden de las leyes de la magia. Tormentas de espectros fueron arrastradas desde los infiernos para atacar a los vivos, y los hechizos depredadores causaron una gran destrucción en los intereses comerciales de los puertos celestes.
Los Kharadron llamaron a este evento sombrío el Garaktormun, o el Gran Vendaval de la Muerte. Su efecto sobre sus monopolios comerciales y la minería del valioso aéter-oro fue significativo. La perturbación aetérica fue tan fuerte en el cielo que muchas de las vetas más grandes y lucrativas fueron barridas fuera de curso, arrastradas a través de los reinos hasta regiones inexploradas. Los que antes eran flujos de ingresos fiables se desbarataron por completo y en pocos meses se arruinaron cientos de gremios y empresas.
Pero como los Kharadron suelen decir "la adversidad es aliada de la oportunidad". El súbito vacío causado por la pérdida de tantas zonas mineras establecidas condujo a una nueva era de prospección y exploración, un caza del aéter-oro más grande y audaz que cualquier otra cosa vista desde los primeros días del imperio poderoso de los Kharadron Overlords.