Nota de Traducción: Con el fin de facilitar y agilizar la lectura, se ha sustituido el nombre utilizado en el juego para esta unidad por su traducción utilizada en las novelas de Age of Sigmar o en el antiguo Warhammer Fantasy.
Crudas pero efectivas creaciones de los Gnoblars, los Tirasobras son enormes catapultas que impulsan puñados de fragmentos de metal, armas rotas y otras rarezas en el aire. Estos pedazos de chatarra afilados como navajas luego caen sobre las cabezas de los enemigos de los Ogors. La precisión no es el punto fuerte de un Tirasobras, y gran parte de su carga útil simplemente rebotará en los cascos de hierro o se incrustará en la tierra. Sin embargo, el diluvio de instrumentos afilados es tan intenso que al menos unos pocos se hundirán profundamente en la carne de los desafortunados objetivos con resultados horribles.
Construido en el típicamente destartalado estilo Gnoblar, un Tirasobras parece perpetuamente a punto de caer en pedazos mientras retumba en la batalla, arrastrado por un malhumorado Rinobuey. Su tripulación de Chatarreros pulula por todos los lados, volviendo a atar cuerdas sueltas y clavando clavos tambaleantes mientras vierten puñados de implementos afilados en el cubo de la catapulta.
La mayor parte de la munición de un Tirasobras consiste en armas de tamaño humano, elementos demasiado grandes para ser manejados por los propios Gnoblars pero demasiado pequeños para el puño carnoso de un Ogor. Sin embargo, los Chatarreros se regocijan en particular al agregar algunos elementos inusuales a la mezcla: prisioneros capturados, espinas venenosas, jabbertoads enojados y otros objetos divertidos. Tras la batalla, la tripulación Gnoblar buscará en el campo para ver dónde aterrizaron estos objetos inusuales. Se derrumban en ataques de risa maliciosa cuando ven a un guerrero enemigo con, por ejemplo, la uña del pie de un Gargante incrustada en su cráneo.
Si el enemigo se acerca a un Tirasobras, tendrá que enfrentarse a un furioso Rinobuey. Lo último que esperan la mayoría de los enemigos es que una máquina de asedio se levante y comience a cargar contra ellos, y por lo general solo tienen unos momentos para reflexionar sobre la extraña visión antes de que una bestia de carga resoplante se estrelle contra ellos con una fuerza capaz de demoler rocas. Mientras su Rinobuey corre y patea furiosamente, los Chatarreros Gnoblar en lo alto del Tirasobras apuñalarán manos y caras con sus propias armas toscas.
Fuentes[]
- Tomo de Batalla: Ogor Mawrtribes (2019)