Los Rugientes son bestias enormes parecidas a los jabalies, con piños afilados, pelaje mugriento y unos ojos diminutos y con mirada de odio. De caracter de muy malhumor. Son muy apreciadas por los Orruks Ironjawz, siendo usadas como monturas para los pieles verdes que consiguen domesticar una y sobrevivir.
Los Rugientes pueden comer casi cualquier cosa, desde restos mortales hasta orruks desprevenidos pasando por los cimientos de los edificios (les gustan especialmente aquellos erigidos por los ejércitos de Khorne, hechos a base de cráneos). También comen hierro, normalmente como consecuencia de comer cosas más alimenticias que van recubiertas de metal, como por ejemplo personas. Cuando lo expulsan, los orruks lo aprovechan en armas y armaduras. Lo llaman Puerkoyerro.
Porqueras de guerra[]
De vez en cuando, una gran migración de Rugientes. hace temblar los reinos, espoleada, según creen los Ironjawz, por los planes militares de Gorkamorka. En estos bienaventurados tiempos, los clanes envían a sus muchachos más duros y valientes para que formen una porquera de guerra. Cavanda agujeros, construyendo muros de metal o talando bosques enteros, los orruks construyen enormes corrales y conducen las manadas de rugientes a su interior. Cuando los encierran, los Ironjawz agitan el mar de pelaje hirsuto y sucio lanzándoles pedruscos, pedazos de ferralla y el ocasional grot chillón para asegurarse de que los Rugientes están enfadados. Luego los propios orruks saltan al corral y no paran hasta lograr encaramarse en algún Rugiente.
Cuando la puerta del corral se abre, una auténtica estampida de violencia resoplante se desata, aplastando todo lo que encuentra a su paso. En ocasiones las manadas de rugientes son de tal magnitud que todo un clan puede montar una de estas bestias y recorrer los Reinos Mortales de una batalla a la siguiente.
Fuentes:[]
- Battletome: Ironjawz (1ª Edición)