Cada Bloodletter lleva una Hellblade, una espada de hierro larga e irregular cuya hoja ennegrecida arde con un deseo insaciable de masacre. El odio eterno de Khorne afila sus bordes hasta la nitidez de una navaja para que pueda perforar una armadura, separar la cabeza del cuello o cortar el grueso brazo de un ogor sin ralentizar su curso. Un solo rasguño de una espada infernal suele ser suficiente para derribar incluso al más duro de los enemigos. Cuando se mojan con sangre, estas espadas brillan o arden, humeantes y humeantes mientras absorben con avidez la esencia vital de los mortales.
Las leyendas rodean cómo se forjan estas horribles armas; algunos dicen que la espada del infierno se forma a partir de la esencia de su portador, mientras que ciertos mitos afirman que el alma de otro demonio enojado forma el núcleo de la espada. Sea cual sea la verdad, una vez agarrada, una Hellblade nunca puede ser descartada o arrancada de las manos de su portador.
Cada vida que toma una espada infernal solo sirve para alimentar la furia del Bloodletter que la empuña. No importa cuánto beba la espada, sin embargo, su sed permanece insaciable, ya que es la manera de Khorne de exigir siempre más sangre.
Fuentes[]
- Battletome Blades of Khorne 2019