Kairos Tejedestinos (Kairos Fateweaver), conocido por los mortales como el Oráculo Demoníaco, ha escrutado aspectos del universo que ni siquiera Tzeentch se ha atrevido a examinar. En muchos sentidos, esa es la razón de ser de Fateweaver, arrojado por la voluntad inefable de su amo al Pozo de la Eternidad, donde aprendió terribles verdades a las que Tzeentch recurre en tiempos de extrema necesidad. Desde su paso por el Pozo, ningún plan ha escapado de la mirada de las dos cabezas de Kairos. Su cabeza derecha ve el futuro, las infinitas posibilidades del mañana son suyas para hacer y deshacer. Los ojos de la cabeza izquierda contemplan el pasado, percibiendo la totalidad de la historia, libre de perspectivas o sesgos. Sin embargo, a pesar de su presciencia cósmica, Kairos no controla las acciones y evoluciones rápidas que se producen a su alrededor, pues el futuro no se revela con la suficiente rapidez como para predecir el flujo y reflujo de la batalla. Debido a esto, el Lord of Changes manipula a sus peones desde una distancia prudencial. Sólo en los momentos cruciales interviene personalmente, pero cuando lo hace, los resultados son espectaculares.
Historia[]
Incluso Tzeentch no se atreve a entrar en el Pozo de la Eternidad, el vasto receptáculo del conocimiento en el corazón de la Fortaleza Imposible. Es el único acertijo que el Gran Hechicero no ha podido resolver. En nombre del entendimiento, Tzeentch arrojó al Señor de la transformacion conocido como Kairos al abismo sin fin. Al igual que con todos los demonios, Fateweaver era parte de su dios patrón, y Tzeentch esperaba que Kairos aprendiera los secretos del Pozo en su nombre.
Después de lo que pareció un lapso infinito perdido en las profundidades, Kairos finalmente se abrió camino de regreso. Salió muy cambiado, su alma bifurcada personificada por dos cabezas claramente diferentes. Ahora Kairos puede percibir cosas que incluso Tzeentch no puede. La cabeza derecha de Kairos ve los futuros posibles tan claros como el día, mientras que su cabeza izquierda ve el pasado sin las mezquinas coloraciones de la perspectiva o el sesgo. Sin embargo, este regalo no fue sin costo, ya que las dos cabezas de Kairos ahora están ciegas al presente.
Kairos no puede ver el tiempo a medida que pasa, solo eventos que aún están por suceder o que ya han sucedido. Durante muchas edades de mortales, Kairos Fateweaver se ha sentado a la mano derecha de Tzeentch, agitando el Pozo de la Eternidad con su mente, susurrando secretos de lo que será o verdades sobre lo que ya ha sucedido. A veces, Tzeentch se cansa de desentrañar estas ideas, porque Kairos se ha vuelto demasiado aficionado al sonido de su propia voz ronca. En esos momentos, envía a Kairos a los Reinos Mortales para liderar un ejército, recuperar un artefacto o seguir algún hilo del destino hasta el final. Aunque el Oráculo de Tzeentch es vulnerable a los ataques físicos (el futuro no se revela lo suficientemente rápido como para predecir el ir y venir de la batalla) Kairos tiene un conocimiento incomparable de la magia. Trazando sigilos ardientes en el aire, Fateweaver otorga a los enemigos el don de la mutación o lanza ráfagas pirotécnicas de fuego de disformidad, una cabeza siempre observa el momento para torcer el destino a su favor mientras la otra aprende de los éxitos y fracasos del pasado.
Galería[]
Fuentes[]
- The Quest for Ghal Maraz.
- Batteltome: Disciples of tzeentch 2020