Nota de Traducción: Con el fin de facilitar y agilizar la lectura, se ha sustituido el nombre utilizado en el juego para esta unidad por su traducción utilizada en las novelas de Age of Sigmar o en el antiguo Warhammer Fantasy.
Los Ogors tienen una afición particular por el armamento de pólvora negra. Les encantan las demostraciones de destrucción ruidosas y explosivas, y sus cañones pesados se adaptan bien a esos requisitos. Sin embargo, en lugar de colocar estos cañones de forma segura detrás de su primera línea, algunos Ogors han adoptado la táctica inusual de llevarlos a la batalla a mano.
Conocidos como Sueltafuegos, estas unidades de artilleros Ogor avanzan pesadamente hacia el enemigo con velas encendidas en la boca. Los cañones de sus rudimentarias armas están llenos de todo lo que esté a su alcance. Rocas, escombros y puñados de armas recolectadas resultan ser municiones efectivas si no se encuentran balas de cañón. Cuando se dispara el arma de un Sueltafuegos, esta lluvia de metralla estalla hacia afuera y lo destroza todo en un amplio arco hasta una dejarlo como una pasta sangrienta. Al menos, ese es el resultado esperado. Los Ogors, que nunca han sido las criaturas más cautelosas, practican una forma de disciplina de fuego que haría palidecer de horror a un veterano maestro de cañones del Ironweld.
La mayoría de los Sueltafuegos están cubiertos de quemaduras de pólvora y cicatrices, resultado de detonaciones y fallas de encendido a quemarropa. Pero tales lesiones se consideran un pequeño precio a pagar por la atronadora potencia de fuego a su disposición. Si un Sueltafuegos se encontrara en un combate cuerpo a cuerpo, un evento común considerando que no son menos voraces que sus compañeros guerreros tribales, sus armas de hierro forjado sirven como mazas devastadoras.
Fuentes[]
- Tomo de Batalla: Ogor Mawrtribes (2019)