Atronando entre las filas enemigas sobre un masivamente construido Corcel Kavalos, el Liege-Kavalos es un monarca guerrero bajo cuyo filo caen cada día seres vivos. Cada alma utilizada como material en la creación de estos héroes Ossiarch inspiró en su vida lealtad y devoción en masas de seguidores. En la muerte, el mando de los lieges sobre sus subordinados es total y absoluto.
En el Imperio Ossiarch y más allá, cada Liege-Kavalos tiene un deber simple: atrapar y asesinar a aquellos que pretendan escapar del funesto diezmo Ossiarch. Si esto implica aplastar una población, sólo será necesario un día completo de matanza para que la población descarriada se considere apropiadamente castigada por su desobediencia. Si en su lugar es necesaria la represión o masacre de una nación completa, entrarán en acción las auténticas cualidades de un Liege-Kavalos. Cada uno de ellos conoce las capacidades de los Jinetes de la Muerte Kavalos por encima de las de cualquiera de sus otros activos militares, y las utilizará en una serie de ataques superpuestos que destrozarán pieza por pieza el ejército de la nación rebelde.
En las Tierras Interiores Primas se dice que si a un Liege-Kavalos se le ordenara destruir una raza entera podría lograrlo, carga devastadora tras carga devastadora, siempre y cuando miembros del sacerdocio Mortisan estuvieran allí para restablecer los efectivos de su ejército al final de cada día. Podría tomar una década o más lograr tal hazaña, pero esto sería de poca importancia para el Liege-Kavaloi. Sólo existen para ser armas en manos de sus superiores, y han sido expertamente diseñados para ello. Trabajarán sin cesar hasta lograr su objetivo, sin desviarse de su tarea asignada ni mirar hacia atrás en ningún momento. Para ellos el acto de arremeter con su lanza o golpear con su espada es tan poco remarcable como le resulta el acto de respirar a un alma viviente.
Fuentes[]
- Tomo de Batalla: Ossiarch Bonereapers