Los Idoneth Deepkin son una raza que domina el arte de la magia; de hecho, sus supervivencia bajo las olas depende de sus habilidades para manipular su entorno por medios arcanos, y esto se hace especialmente evidente cuando invocan ese extraño fenómeno conocido como el "Mar de Aéter".
Cuando los Idoneth Deepkin marchan por tierra firme, se ven rodeados por un mar espectral que les da el aspecto de que siguen estando bajo el agua. Sus enemigos empiezan a notar que les falta el aire y se ven ralentizados por la presión aplastante de las profundidades; la luz refracta de maneras extrañas alrededor de los aelves y por todo el campo de batalla empiezan a manifestarse criaturas y elementos característicos de los enclaves Idoneth.
Los Namarti Reavers avanzaron corriendo, con los arcos cargados. Al llegar a un punto de cobertura, a la entrada del pecio de un barco semi enterrado, se detuvieron. Pese a no disponer de ojos, movieron sus cabezas de modo que sus otros sentidos pudieran escrutar los alrededores en busca de enemigos. No se apreciaba movimiento, salvo los ocasionales grupos de peces cruzando el navío hundido. Algo de pequeño tamaño pareció escabullirse entre las sombras del pecio medio descompuesto, pero aparte de eso todo era quietud. Una mano hizo un rápido gesto que mandó vibraciones a través del mar de aéter, ordenando a la unidad que se pusiera de nuevo en movimiento. Sin embargo, tal como uno de los aelves dio el primer paso, toda la unidad empezó a detectar señales de alarma, movimiento y sonidos provenientes de las pilas de roca que había a pocos metros justo delante suyo. Los Namarti volvieron a ponerse a cubierto mientras una lluvia de proyectiles volaba en su dirección, balas de warpstone que dejaban finas estelas de burbujas a su paso. No todos los aelves lograron refugiarse a tiempo, no obstante; uno de ellos cayó muerto en el acto, dejando escapar una nube de sangre que se elevó en el aire como flotando. Otro Reaver más hubiera sido también abatido, de no ser por un pez aetérico que se interpuso en el último instante para desviar la bala asesina. El líder skaven maldijo a sus tropas por haber puesto en marcha la emboscada antes de tempo y de manera torpe, y con un chillido agudo les ordenó lanzarse al ataque. Desde la formación de rocas apareció entonces una horda de hombres rata, cargando a toda velocidad para intentar arrollar a los Idoneth mientras aún estaban clavados en el pecio. Pero cuando llegaron hasta allí, descubrieron que los Reavers habían desaparecido sin dejar rastro, incluso llevándose consigo a sus muertos. De pronto, un escalofrío recorrió el pelaje del líder skaven y, antes siquiera de que sus soldados pudieran dar media vuelta, unos enormes tentáculos cayeron sobre ellos desde las sombras.
Fuentes[]
- Battletome Idoneth Deepkin