Creado a partir de los restos de los mejores artesanos de todo Shyish, cada Mortisan Boneshaper se sigue considerando a sí mismo un artesano incluso más allá del velo de la muerte. Muchos provienen de Anadiria, el Inframundo de las almas creativas, para las que el paraíso consiste en practicar su arte para su propio beneficio durante el resto de la eternidad. Nagash les ha concedido a estas antaño pacíficas almas esa oportunidad, aunque tal vez no en la manera que ellas habrían elegido. En lugar de realizar maravillas escultóricas y complejos bajorrelieves, en lugar de homenajear la belleza y la habilidad, sus talentos han sido destinados a las cuestiones militares.
Cada uno de estos maestros en el arte de la osificación puede crear un nuevo constructo Bonereaper en minutos. Lo hacen despojando el hueso del diezmo en grandes bucles de pelado, dibujándolo con una serie de elaborados gestos. Luego reconstituyen este recurso básico, a través de la magia de su oficio, en el material óseo fuerte pero flexible de los Ossiarchs. Son ellos quienes reparan cualquier daño sufrido por las creaciones de los Bonereaper, y a veces un solo fémur es todo lo que se necesita para volver a tejer una caja torácica rota o volver a colocar un brazo cortado. Mantienen una estrecha relación con los Cosechadores de Gothizzar que recuperan material óseo después de cada batalla, y tienen un suministro constante de materiales de construcción a su entera disposición.
Cuando no están en la línea del frente, el deber de los Boneshapers es el de crear los vastos edificios y fortalezas que los Ossiarchs elevan para la gloria de Nagash. En ello pueden deleitarse con algo que se aproxima a la verdadera creatividad, intentando superarse unos a otros en el esplendor de su trabajo. En realidad, estas también son distorsiones del arte escultórico en algo bélico, horrible y mórbido, destinado únicamente a venerar un régimen interminable de muerte.
Fuentes[]
- Tomo de Batalla: Ossiarch Bonereapers