Nagashizzar, la Ciudad Silenciosa, el lugar de la justicia final, es la gran fortaleza, capital y sede de poder de Nagash en el Reino de Shyish. Durante su historia ha sido arrasada y reconstruida, ha constituido el epicentro del Necroseísmo y ha albergado al mayor ejército espectral jamás visto en los Reinos Mortales. La ciudad posee el mismo nombre que la antigua fortaleza que Nagash construyó en el Mundo-que-fue, y su macabro esplendor refleja la gloria y el poder del gran nigromante.
Descripción[]
Nagashizzar se encuentra situado en el centro del Reino de Shyish. Se trata de un vasto lugar creado a partir de cálculos fríos pero dotados de una inusual belleza y trazado a partir de las ancestrales fórmulas de la geometría cadavérica. Es una máquina de piedra y sombras, intrincada en su solidez pero confortable por su predicibilidad. En la ciudad encontramos oscuras avenidas de piedra negra veteada de trazos púrpura y plazas desiertas con ciclópeos monumentos fabricados con bloques de Cristalumbrío. Mas duros que el acero y totalmente pulidos, sus edificios altos como torres resuenan con los vientos de la muerte.
En las profundidades de Nagashizzar se encuentran diversas mazmorras, la mayor de las cuales es conocida como la Cryptopolis y se encuentra bajo la vigilancia del espíritu fantasmal de Karceris Corazón Oscuro, un antiguo carcelero de las tribus Gristelpine cuyas fechorías se hicieron célebres durante la Era del Caos.
Sobre el centro de la ciudad se encuentra suspendida la Gran Pirámide Negra de Nagash. En torno a ella un remolino de energía, almas y Cristalumbrío atrae a almas e inframundos y los arrastra hacia un punto infinitamente denso conocido como el Nadir de Shyish. El Nadir es tan potente en energía mágica que ni siquiera el propio Nagash puede morar allí eternamente. Corrompido por los trazos de magia del Caos, se ha convertido en un lugar de locura además de muerte y su presencia ha cambiado drásticamente la geografía de Shyish. Justo en la punta de la gran pirámide se encuentra el trono de Nagash, desde el cual anuncia sus decretos y dirige sus ejércitos.
Desde el Necroseísmo, ningún ser vivo puede siquiera acercarse a la ciudad, ni mucho menos atreverse a entrar en la misma, sin verse descompuesto y transformado en un muerto viviente.
Gobierno[]
El gobernante supremo de Nagashizzar es Nagash. Su castellano es Arkhan el Negro, Mortarca del Sacramento.
Historia[]
Nagashizzar fue constituida durante la Era de los Mitos a partir de la primera montaña que se alzó de los mares eternos, y sabemos que desde sus inicios fue utilizada como fortaleza y capital de Nagash. Durante estos tiempos la ciudad fue un lugar nacido de las más oscuras pesadillas, una ciudad-fortaleza de agujas acechantes y callejones sinuosos poblada por muertos vivientes. Grandes catedrales fabricadas a partir de huesos se extiendían hacia el cielo crepuscular donde bandadas de murciélagos revoloteaban entre agudos chillidos. En vastos mausoleos palaciegos situados bajo tierra la aristocracia de Shyish practicaba sus ancestrales rituales y adoraban a su eterno señor y maestro. Sobre la ciudad se encontraban suspendidas diversas pirámides invertidas construidas con bloques de Cristalumbrío cuyo propósito era atraer energía oscura hacia el lugar. Tal era el aura que emanaba del lugar que cualquier mortal que traspasara sus muros vería su carne desprenderse de sus huesos en una nube desecada de arena. En estos tiempos gloriosos se inició la construcción de la Gran Pirámide Negra de Nagash en el inframundo de Nekroheim, situado bajo a ciudad. Con esta pirámide el gran nigromante planeaba extender la gloria de Nagashizzar al resto de Reinos Mortales.
En la Era del Caos, en la conocida como Guerra de los Huesos, Nagashizzar fue asediada por un enorme contingente del Caos al mando de Archaon. En la Batalla de los Cielos Negros las fuerzas de Nagash fueron derrotadas y el propio gran nigromante estuvo cerca de ser definitivamente abatido a manos de la terrible espada de Archaon. Los seguidores de Nagash se retiraron con los restos de su señor y la ciudad fue arrasada por hordas daemónicas de Nurgle resistentes a la oscura magia que emanaba la ciudad, destruyendo muchas de sus pirámides invertidas. Las fuerzas del Caos rodearon la ciudad con ocho fortalezas de hierro negro para evitar que la ciudad recuperara su antiguo esplendor. Sin embargo la Gran Pirámide Negra de Nagash se encontraba oculta en el inframundo de Nekroheim y su construcción continuó supervisada por Arkhan el Negro mientras Nagash se recuperaba de sus heridas oculto en el inframundo de Stygxx.
Durante la Era de Sigmar, Nagash aprovechó la distracción causada por la embestida de las fuerzas de Azyr contra el Caos para arrasar las ocho fortalezas que rodeaban la ciudad y masacrar o esclavizar a sus defensores. A los señores del Caos encargados de su defensa los cruzificó en los muros de la ciudadela y los maldijo para que ardieran eternamente de forma que sus gritos de angustia resonaran sin fin por toda la fortaleza. Inmediatamente se iniciaron tanto los trabajos para la reconstrucción de la ciudad como para la finalización de la Gran Pirámide Negra de Nagash. El gran nigromante, enfurecido por el robo de almas que diversas facciones realizaban para su propio provecho, decidió utilizar la increíble potencia de la pirámide para ejecutar un poderoso ritual con el que terminar con todos los seres vivos de los ocho reinos de un único y devastador golpe.
En la Era de las Tribulaciones, a medida que la construcción de la Gran Pirámide Negra de Nagash avanzaba, ejércitos de todas las facciones enemigas de Nagash se dirigieron hacia Nagashizzar alertadas por todo tipo de portentos que indicaban que el gran nigromante estaba preparando algún tipo de plan que amenazaba el equilibrio de los Reinos Mortales. Fue en estos tiempos cuando la gran pirámide se alzó desde Nekroheim y pasó a estar suspendida sobre la ciudad apuntando directamente hacia este inframundo.
Cuando llegó el día en que la Gran Pirámide Negra de Nagash estuvo completa, Nagashizzar estaba bajo asedio enemigo. Mientras Mannfred von Carstein combatía a las afueras de la ciudad contra ejércitos de Stormcast Eternals y del Caos, una enorme hueste de pielesverdes llegó hasta la misma ciudad procedente del Portal del Reino conocido como el Ojo del Chacal, que comunicaba con el Reino de Ghur. Este hecho no amedrentó al gran nigromante, el cual envió a Arkhan el Negro a combatir contra esta nueva amenaza mientras se disponía a ejecutar inmediatamente su gran ritual. Sin embargo, Nagash desconocía que un grupo de Skaven del Clan Eshin se habían infiltrado en su pirámide. En los primeros compases del ritual, cuando la gran pirámide empezó a rotar y el inframundo de Nekroheim fue descompuesto y empezó a rotar en torno a la pirámide, Nagash descubrió que los hombres rata se habían infiltrado en su creación. Mientras eliminaba a estas molestas criaturas mediante una niebla asesina, el gran nigromante sintió la risa despiadada de los Dioses del Caos. La presencia de los Skaven desestabilizó el delicado equilibrio de la obra de Nagash, y la propia fuerza del conjuro estuvo a punto de consumirlo. Haciendo uso de su fuerza de voluntad, el gran nigromante pudo mantener un precario control del hechizo evitando su destrucción y desatando una potente onda de energía mágica que sería conocida a partir de entonces como el Necroseísmo. Las risas de los dioses oscuros cesaron y fue Nagash el que sonrió cuando asistió a la creación del Nadir de Shyish. Bajo este enorme torbellino, la ciudad se encontraba parcialmente destruida tras la batalla librada. Nuevamente, las huestes esqueléticas iniciaron inmediatamente los trabajos de reconstrucción de la ciudad.
El Necroseísmo provocó que espectros retorcidos de todo tipo se alzaron de la arcilla mortal que antaño habitasen, mientras un dominio tras otro era visitado por lo espíritus alzados de un billón de almas muertas. Este incremento del poder militar de Nagash le permitió iniciar una serie de ofensivas militares que provocaron el inicio de las Guerras del Alma. Sin embargo, los primeros ataques de estos Nighthaunt se ejecutaron de forma completamente desorganizada y con poca o nula coordinación, de manera que su ímpetu fue desaprovechado en la mayoría de los casos. Para corregir esta situación, Nagash decidió iniciar la búsqueda de un nuevo Mortarca que encabezara estas vastas huestes recién creadas. Tras un ardua búsqueda, Nagash encontró finalmente en Lady Olynder a la candidata perfecta para convertirse en su nueva Mortarca. Lady Olynder acudió a Nagashizzar y desde allí invocó a las huestes espectrales de los Nighthaunt para reorganizarlas y enviarlas en una gran ofensiva generalizada por todos los Reinos Mortales.
Hacia Nagashizzar acudieron asimismo, atraidos por la llamada de Nagash, vastos ejércitos de muertos vivientes liderados por reyes y reinas de líneas de sangre olvidadas dispuestos a inclinarse obedientemente ante su amo y señor. Estos fueron enviados a diversos campos de batalla para combatir en las Guerras del Alma. Desde entonces Nagashizzar permanece como la sede del poder del gran nigromante desde la cual planea y ejecuta sus movimientos militares.
Lugares Notables[]
- El Nadir de Shyish
- El trono de Nagash
- La Cryptopolis
Fuentes[]
- Reglamento Age of Sigmar segunda edición
- Malign Portents
- Battletome Legiones de Nagash
- Battletome Nighthaunt
- Soul Wars (Novela), por Josh Reynolds