NOTA IMPORTANTE: Este final está acomodado a los vencedores del torneo del Fin del Mundo, los Ángeles de Guardi. De este equipo, sólo Héctor, de Slaanesh mandó su trasfondo, así que lo uso de base para escribir. Por tanto, para entenderlo en su totalidad, hay que leer Relato No Oficial: Rosas y Espinas. Además, al final hay muchos guiños y menciones a varios de los trasfondos que se me enviaron y cuyos ejércitos desaparecieron con Nova Paradisum.
Cuando el loonboss salió por la Realmgate, sintió un alivio inmenso. ¡Por fin!. Tras todo el infierno vivido en Nova Paradisum, estaban en un plano estable. Bueno, quizás era verdad que mientras los daemons y los devoracadáveres se llevaban la peor parte de la batalla, él y su ejército estaban en la retaguardia para dar el golpe de gracia y minimizar las bajas. Pero eso son asuntos menores: hay que sobrevivir, a fin de cuentas, y el que corre hoy vive para luchar otro día y todo eso. Después de estar todo ese tiempo bajo las órdenes de esa mocosa demoníaca podían largarse de una buena vez. ¡Y mira por donde!. Justo en ese momento estaba dando un discursito de los suyos s los necrófagos malolientes. Un gesto sencillo a sus tropas fue la señal para plegar velas y escabullirse...No fuera que su "patrona" decidiera que tenía más usos para ellos.
¡Oh, qué glorioso había sido!. Cierto es que la pérdida del plano de Nova Paradisum era una tragedia increíble, pero no había nada que él o sus leales caballeros pudieran haber hecho, pero la epopeya de su huída del mundo condenado se cantaría en los salones de los banquetes por siempre. Ahora mismo estarían muertos si no hubiera sido por la oportuna intervención de la Dama del Lago, que apareciéndose ante ellos, les dio fuerzas para ponerse en pie y luchar contra el destino, aún cuando todo parecía perdido. ¡Oh, la Dama de Lago!¡Qué visión tan sublime era su presencia!. Con sólo estar al lado de sus tropas, estas ignoraban las heridas sufridas y luchaban con vigor renovado. Sus leales caballeros combatían contra las fuerzas de La Oscuridad sin miedo, y sus Courtiers lideraban carga tras carga. Incluso el magnífico dragón dorado en el que cabalgaba parecía luchar con más ahínco. Loa liados que había elegido la Dama eran... Peculiares, por decirlo suavemente, pero él no era nadie para discutir sus decisiones, y todos bajo su mando se callaron y lucharon para no decepcionarla. Al final, el esfuerzo y la dedicación tuvieron su recompensa, y la Realmgate de la salvación estuvo a su alcance. Ahora, la Dama les pedía separar sus caminos y volver a su tierra, puesto que ella debía ayudar en otros lugares. ¡Ojalá el destino quisiera que sus caminos se cruzasen nuevamente!¡Nunca nadie olvidaría las batallas libradas ni la gloria conseguida!
La niña que ya no era una niña tuvo que tragarse la bilis y actuar una última vez como "la Dama del Lago" ante esta hueste repulsiva de carroñeros y abominaciones. Si por ella hubiera sido, los habría destruido a todos inmediatamente, pero sus fuerzas estaban mermadas, y empezar una batalla contra un ejército que había probado su fuerza de sobra no era la opción más inteligente ahora mismo. Se giró buscando a sus otros "aliados" sólo para descubrir que ya se habían escabullido entre las sombras. ¡Sucias alimañas! Si no fuera porque sus tretas arteras eran útiles para despistar y engañar a sus oponentes ni siquiera habría considerado la idea de unirles a su pequeña alianza particular, y en vez de eso los habría despellejado uno por uno. Una pena perder la oportunidad de hacerlo ahora.
Un par de pasos retumbantes le hicieron girar la cabeza. De todos sus aliados, ahora venía el más problemático. El Slaughterpriest se plantó delante de ella y con una voz que rezumaba desprecio le dijo:
-"¿Ya estás contenta, pedazo de zorra?. Hemos salido. ¿Has disfrutado con todas esa actuaciones y engaños, ramera?"-
Ella sabía que el sacerdote del Dios de la Sangre desaprobaba el hecho de engañar a la Corte del abhorrant ghoul king haciéndose pasar por una diosa inexistente y usar el miedo para someter a los pielesverdes. Estaba segura de que él hubiera preferido matarlos en "honorable" combate. De pronto el Slaughterpriest la miró con más odio del que ya rezumaba al principio.
-"¿Crees que no sé lo que piensas?¿Que no adivino que por tu cabeza malevolente y degenerada se pasa la idea de que yo hubiera preferido matar a esas repugnantes bestias y a esos despojos verdes?¡Ni siquiera me lo habría planteado!¡Los seguidores de Khorne no caemos tan bajo!. Sólo las furcias de tu debilucho Dios hacéis esas cosas. ¡Os abriríais de piernas ante un cerdo si con ello obtenéis algo a cambio!¡Por eso sois débiles!. Os preocupáis sólo de infligir vuestros tormentos y sufrimientos, y gozar de ellos en el campo de batalla como fueran alguna sustancia alucinógena en vez de centrar vuestra mente y cuerpo en el objetivo único de derramar sangre y matar en nombre de una deidad realmente fuerte. ¡Cuánto desperdicio de energía!"-
-"¿Ah, sí?"- Sonrió ella con malicia -"Si eso es cierto, ¿Por qué te uniste entonces a esta pequeña alianza?¿No es eso caer bajo, mmmmmmmm?- Intentó provocarle, aparentemente sólo por desprecio. Pero a su espalda, hizo un gesto con una mano a uno de los Keeper of Secrets detrás suyo. Él entendió. Ya lo habían hablado previamente y sabían lo que había que hacer. Los seguidores del Dios de la Sangre eran muy complicados de manejar, y una batalla ahora con ellos sin duda significaría la destrucción mutua en el mejor de los casos. Ella siguió ganando tiempo: -"Además, tus lacayos maníacos bien que se lanzaban al combate a morir patéticamente, mientras que yo y los míos disfrutábamos del sufrimiento ajeno y gozábamos del que recibíamos. Francamente, no sé por qué lo tuyo es mejor"-
-"NO ENTIENDES NADA, ALFEÑIQUE"- Clamó una voz que era como un martillo golpeando un yunque- ESOS MORTALES DIERON SU VIDA PELEANDO EN NOMBRE DEL GRAN KHORNE. NUNCA FUERON TUS SIRVIENTES O TUS ESCLAVOS."-. El Bloodthirster la miraba desde su imponente envergadura. Odiaba admitirlo, pero incluso ella estaba un poco intimidada ante su aspecto feroz. -"DESDE EL PRINCIPIO HAN LUCHADO NO SÓLO PARA ESCAPAR, SI NO TAMBIÉN PARA MAYOR GLORIA DE ÉL. TE HEMOS DEJADO CREER QUE SEGUÍAMOS TUS ÓRDENES PORQUE EN EL FONDO CONTRIBUÍAS A CALMAR LA SED DEL DIOS DE LA SANGRE. TODA LA DERRAMADA TANTO POR NOSOTROS COMO POR EL RESTO LE COMPLACE ENORMEMENTE. SI, EN ESPECIAL LA QUE HABÉIS HECHO FLUIR VOSOTROS. DESDE EL PRINCIPIO SABÍAMOS QUE NOS UTILIZABAS PARA ESCAPAR DE AQUÍ. PERO NOSOTROS TAMBIÉN TE HEMOS UTILIZADO CON EL MISMO FIN. Y EN EL PROCESO SE HAN HECHO INNUMERABLES OFRENDAS A KHORNE POR PARTE DE TODOS, LAS MÁS DELICIOSAMENTE SATISFACTORIAS PROPORCIONADAS POR TÍ Y TU HORDA DE DEPRAVADOS Y ADULADORES. ¿TE LO IMAGINAS? UNA SIRVIENTE DE ESA PARODIA DE DIOS DERRAMANDO SANGRE EN NOMBRE DEL DIOS DE LA CIUDAD DE BRONCE. GRACIAS POR TUS ESFUERZOS. HAS SERVIDO MUY BIEN A NUESTROS PROPÓSITOS"-. Sonrió burlonamente, mostrando una hilera de dientes enormes y de aspecto letal. A sus pies el sacerdote no pudo evitar estallar en carcajadas.
¡No se lo podía creer!. Después de todo este tiempo, parece que de hecho no eran tan estúpidos como creía. ¡Y encima se lo restregaban por la cara!. Haciendo un esfuerzo monumental, contuvo su rabia. El momento se acercaba, y no podía permitirse echarlo a perder. Y además, si esto era un duelo verbal y una demostración del poder de sus respectivos dioses, ella también sabía cómo jugar a eso.
-"¡Vaya, estoy impresionada!¡Pretender morir absurdamente bajo mis órdenes...Cuando en realidad moríais absurdamente porque así lo queríais!¡Ciertamente, he sido una tonta al pretender igualar o incluso tratar de superar el poderío intelectual de los salvajes de Khorne!¿En qué estaría pensando, tonta de mí?"- Las palabras tuvieron exactamente el efecto deseado. El Slaughterpriest prácticamente ardía de ira, y el Bloodthirster echaba fuego por los ojos. El mortal fue más rápido en tomar la palabra.
-"¡Como osas, puta!¡¿Tienes la desfachatez de burlarte del Gran Khorne?!¡No eres capaz de comprender la alegría de la victoria tras una batalla bien peleada ni la sensación de plenitud al derramar sangre en nombre del más grande de los dioses!"-
-"Y ahora, el golpe de gracia"- Pensó la niña que ya no era niña. Procedió a replicar: - "Bien, no es cierto que no disfrute de la masacre o la victoria. Pero ahí es donde estás errado: no sólo disfruto de eso. La agonía, los gritos, el dolor... Todas son sensaciones exquisitas para saborear y deleitarse. Aunque claro, siendo justa, no puedo enfadarme contigo"- . -"Ahora, este es el momento de la verdad"- Pensó. Saboreando el momento, habló: -"A fin de cuentas, tú no tienes la culpa de la falta de imaginación de tu Dios"-
Eso fue más de lo que los campeones del Dios de la Sangre pudieron soportar. El sacerdote aulló una plegaria para hervir la sangre de la niña, y el Bloodthirster saltó hacia ella con el hacha en ristre. A punto estaba el gran daemon de llegar hacia ella cuando sucedió: un choque de energía que erizaba los pelos de la nuca, una fluctuación mágica sentida por todos los adeptos del campo de la magia. Fue este primer aviso lo que salvó al Bloodthirster. Empujando hacia atrás con las alas, voló hacia atrás, evitando ponerse delante de la Realmgate. Necesitaba pasar por delante de portal para llegar con su salto hasta la blasfema que se había atrevido a insultar al Gran Khorne, pero él también sabía lo que estaba a punto de pasar. De la Realmgate salió despedida una llamarada mágica, el grito de muerte de Nova Paradisum. La llamarada devastó todo lo que se cruzó en su camino. Además, tal y como la niña que ya no era niña había planeado, separó los ejércitos del Dios de la Sangre y el Príncipe Oscuro. El Keeper of Secrets que hasta entonces había estado preparando un hechizo de teletransporte al Reino de Slaanesh encontró el momento justo para lanzarlo. Al no poder traspasar la inmensa columna de fuego mágico, no había forma de que los bárbaros de Khorne pudieran disiparlo o negarlo. Desapareciendo del lugar, la niña concentró su poder en extender su voz para que fuera oída por todos: -¿Sabeis qué es lo más satisfactorio de todo? Habéis tenido que servir bajo mis órdenes, voluntariamente o no. Y justo al final, cuando esperabais lavar vuestra vergüenza en nuestra sangre, se os arrebata esa posibilidad. La insatisfacción y la infelicidad que eso os generará serán un exquisito manjar para el Señor del Exceso. Y eso bien vale la repugnancia de haber tenido que aliarse con una horda de estúpidos sanguinarios como vosotros"-. La risotada de la niña y los Seekers resonó por el aire antes de desvanecerse.
Furiosos y sin un objetivo para su ira, la horda gritaba de rabia. Su líder, el Slaughterpriest buscaba desesperadamente algo a lo que matar. La Realmgate eran sólo escombros, consumidos por el fuego. Al mirar en la dirección del paso de la llamarada, vio un rastro humeante de suelo calcinado, y lo más impresionante de todo, una montaña partida en dos por la pura potencia del fuego. Y a través de la montaña, a lo lejos, la silueta inconfundible de una City of Sigmar. El sacerdote clamó por encima del griterío: -"¡Escuchad!¡Esta afrenta será vengada, tenedlo por seguro!¡Encontraremos a esa ramera y ofreceremos su cráneo al Trono!¡Pero primero, vamos a por una presa distinta para obtener el favor de Khorne!¡Sangre para el Dios de la Sangre!¡Cráneos para el Trono de Khorne!"-.
-"¡SANGRE PARA EL DIOS DE LA SANGRE, CRÁNEOS PARA EL TRONO DE KHORNE!"- Respondieron miles de gargantas
Y aquí termina la historia de Nova Paradisum. Aunque el plano ya no existe, sus historias y leyendas será narradas muchas veces.
Entre las tribus pielesverdes se hablará mucho de la tribu de los Colmillo Oscuro, que abatieron una de las 5 bestias de leyenda, aunque nunca tuvieron la oportunidad de hacerlo con una segunda, y de Nibblet, el Fungoid Cave Shaman que aspiraba a controlar una horda inmensa de Troggs. Los muertos susurrarán los relatos de Lady Olynder. Hay quienes creen que no consiguió escapar a tiempo pese a su enorme ejército de almas en pena... Eso creen, claro. También será tema de conversación la hueste de los Olvidados y los 4 nigromantes que los volvieron a poner en pie, y los Nighthaunt del Señor de la casa Mil que descendieron del Norte. En Plagópolis, el Consejo de los Trece apretaba los puños de rabia al saber que la legendaria suerte de Skirrkirrk había terminado en Nova Paradisum y todos sus inventos bélicos habían desaparecido con él. Gotrek, el enano que se rumoreaba era en realidad un semidiós, parece que sí estuvo en el plano, pero nadie queda para confirmar si es verdad y si está vivo, aunque dada su naturaleza, raro será que esta sea la última vez que oigamos hablar de él. En la Ciudad de Bronce se mencionará a Mar´ Ko´ Lagh y su locura asesina, y entre burlas se mofarán de su fracaso al escapar. Y los seguidores del Dios Rey recordarán a Alexander Grey, putero y borracho, que se mantuvo firme en sus últimos momentos reteniendo a un Bloodthirster para darle tiempo a sus Vanguard-Raptors a replegarse.
Respecto a las leyendas, las hay de todo tipo, empezando por el mismo momento de la creación del noveno Reino. Generalmente se dará por válida la teoría de que sus creadores calcularon mal el poder que manejaban, pero hay ciertos disidentes que señalan a Thanquol como el saboteador que hizo fracasar el proyecto, e incluso hay quien cree que el mismísimo Tzeentch fue el que orquesto la caída de la Mano del destino. La verdad nunca se sabrá.
Lo que nadie se imagina es que el final de Nova Paradisum traería consecuencias que durarían mucho más allá de su destrucción. Pero eso es una historia para otra ocasión.