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Serafones | Introducción | Cronología | Galería | Miniaturas |
Los Serafones (también llamada La Raza Serafón[CORE3 1]) son una facción ancestral de reptilianos {3ra} parte de la Gran Alianza del Orden. Son una raza poco comprendida y ampliamente temida considerados los guardianes del equilibrio cósmico. Actualmente luchan por cumplir los designios del universo, convirtiendo el poder de las estrellas en armas.
Son criaturas inescrutables y salvajes provenientes de las estrellas, se bañan en los símbolos sagrados que bailan en los cielos.[CORE3 1]
Características[]
Los serafon son los hijos perdidos de los Ancestrales y se esfuerzan por promulgar El Gran Plan de sus antiguos y misteriosos creadores. Están completamente consagrados a la destrucción del Caos, y no mostrarán piedad con nadie que se interponga en su camino.[CORE3 1] Al mando de los Slann, cohortes de brutales Saurios se ven reforzadas por veloces Eslizones y gigantescos reptiles gigantes. Los que se cruzan en su camino no tardan en encontrarse con la ira insensible del cosmos. {ref}
Los líderes de los Serafones persiguen y adivinen amenazas antes de que se manifiesten, alterando geománticamente masas de terra completas para alterarlas a su voluntad. Su ayuda para mantener el orden es fría y calculada, omitiendo toda sensación de dolor o compromiso. Manipulan a los demás con sangre fria para que cumplan sus designios ya sea con paciencia o bien por violencia.[CORE3 1]
Los Serafones surcaban en naves-zigurat los cielos antes de caer a los Reinos Mortales y surcaban la oscuridad del Vacío Aetérico incluso antes de la incursión de Dracothion al Reino de Azyr. Debido a su cualidad celestial su sangre brillaba con motas de sangre azirita y eran notablemente confundidos con fantasmas o proyecciones oníricas.[CORE3 1]
Origen[]
Los Serafon fueron creados en una era inmemorial en el Mundo-que-fue, cuando este mundo era aún joven. En esos tiempos ese mundo era un lugar oscuro y cubierto en gran parte por el hielo. En ese entorno brutal apareció una misteriosa raza de seres quasi divinos que surcaban los cielos en naves plateadas. Conocidos como los Ancestrales, regían un imperio cósmico que se extendia por el espacio e incluso el tiempo. Su tecnología era inimaginablemente avanzada, y para ellos la astronomía, astrología, la ciencia y la magia era una única discipina. Eran capaces de crear portales a través de los cuales se podían cruzar enormes distancias, tecnología que actualmente es conocida como los Portales del Reino. Les llamó la atención este mundo, y crearon portales en ambos polos para facilitar el paso a esta colonia. Posteriormente desplazaron el mundo para que fuera más cálido, y crearon sirvientes para atender sus necesidades. Los primeros fueron los Slann, encargados de guiar a las razas inferiores que iban apareciendo por el mundo, seres primitivos que un día serían transformados en los primeros Aelfos, Duardin y Hombres. Crearon asimismo a los Saurios para destruir a los seres cuya existencia era incompatible con sus planes futuros, y a los Eslizones para que operaran como técnicos y supervisores de las diferentes obras de construcción y para que dirigireran a las bestias de carga encargadas de transportar los pesados materiales de construcción. Estas ciudades fueron cuidadosamente situadas para que sirvieran como nexos de una gran red geomántica que envolvía all planeta.
Sin embargo, a través de los portales empezaron a surgir las terribles criaturas que habitan en los Reinos del Caos. Se sabe que los Ancestrales combatieron con las criaturas que amenazaron su dominio y que tras un cataclísmico incidente los portales colapsaron abriendo brechas a la fantasmagórica dimensión de más allá. Fue entonces cuando los Ancestrales desaparecieron misteriosamente, y los Serafon junto con el resto de razas que habitaban el planeta debieron hacer frente a las inmisericordes hordas demoníacas que asolaron sus tierras. Tras un largo período de conflictos la situación se estabilizó con la creación de un enorme vórtice mágico por parte de los Aelfos, una solución temporal que permitió que el Mundo-que-fue sobreviviera a la invasión, aunque los portales de los polos permanecieron abiertos.
Los Serafon aprovecharon esta situación para reconstruir sus tierras, situadas principalmente en el continente conocido como Lustria, e intentar continuar con los designios de sus creadores, un conjunto de precisas órdenes conocido como El Gran Plan. Sin embargo no quedaba vivo ningún Slann de la primera generación, y los que sobrevivieron no conseguían recordar completamente las órdenes de sus maestros. Pasaron así miles de años en los que los Slann reposaron durante grandes períodos de tiempo y meditaron sobre los verdaderos designios de sus creadores, llegando muchos de ellos a conclusiones divergentes. Mientras tanto, sus sirvientes reconstruyeron en la medida que les fue posible sus ciudades e infraestructuras y se dedicaron a custodiar ferozmente un gran número de artefactos de los Ancestrales cuya verdadera utilidad generalmente desconocían. Cuando algún Slann descubría el paradero de alguna placa o artefacto que contuviera indicaciones sobre El Gran Plan enviaba rápidamente a sus sirvientes con la misión de recuperar dichas reliquias para posteriormente estudiarlas con detenimiento, pero en general estos magos sacerdote pasaban la mayor parte del tiempo descansando mientras sus sevidores se encargaban de dirigir el día a día de sus ciudades y de venerar a los Ancestrales, invocando su ayuda en momentos de necesidad.
Con el tiempo el resto de razas que poblaban el mundo se volvieron más fuertes y audaces, y muchas de ellas se atrevieron a atacar y saquear los dominios de los Serafon. En la mayóría de las ocasiones los hijos de los Ancestrales consiguieron imponerse a sus enemigos, aunque algunos de ellos consiguieron robar algunas de sus riquezas. Asimismo los Slann llegaron a la conclusión de que la consecución del Gran Plan implicaba la eliminación de toda la influencia del Caos, por lo que combatieron siempre que les fue posible contra sus seguidores.
Huida hacia las estrellas[]
En el Fin de los Tiempos, el convulso período de guerras en el que finalmente fue destruido el Mundo-que-fue los Serafon sufrieron el ataque de sus peores enemigos, los taimados Skavens del Clan Pestilens. Los Hombres Rata atacaron con ferocidad sus tierras con un masivo envío de tropas y recursos. Paralelamente, los Skaven planeaban atraer la maligna luna que orbitaba sobre el Mundo-que-fue para posteriormente destruirla con un enorme cohete. Esta luna estaba principalmente compuesta por Piedra de disformidad, y aunque los Hombres Rata ansiaban apoderarse de esta mutágena sustancia cuando cayera de los cielos, los Slann eran conscientes de que este acto podía terminar destruyendo el mundo. El esfuerzo combinado de los magos sacerdote consiguió detener el acercamiento de la luna, pero a un coste: los Slann se encontraban en su mayoría convalecientes a causa del esfuerzo cuando se inició la conquista de sus tierras. Sus sirvientes iniciaron así una desesperada defensa que se prolongó en el tiempo, consiguiendo una breve victoria previa a un masivo asalto final de los hombres rata liderados por los demoníacos Verminlords.
Sin embargo los Slann habían previsto el coapso definitivo del mundo, y habían iniciado con anterioridad su gran éxodo. Los Skavens consiguieron lanzar finalmente su cohete y destuir la maligna luna que rodeaba el mundo, pero en ese momento las principales Ciudades-Templo de los Serafon se elevaron hacia las estrellas llevandose a la mayoría de los Slann y muchos de sus sirvientes. Aun así, pagaron un alto coste y se perdieron muchos irremplazables Slann, incluyendo entre estos al más poderoso de ellos, Mazdamundi.
Encuentro con Dracothion[]
Las Flotas-Templo de los Serafon vagaron por el vacío durante largo tiempo tras el colapso final del Mundo-que-fue. Estos navíos fueron perdiendo gradualmente su energía y los Slann empezaron un solitario viaje a través de las estrellas, meditando sobre como contraatacar contra los poderes que habían destruido su mundo. Fue entonces cuando fueron encontradas por la Bestia Divina Dracothion, la cual descubrió los congelados navíos flotando en el vacío. Los insufló con la luz de las estrellas y sacó del sopor a sus ocupantes. Algunos escolares Eslizones afirman que fue el propio Dracothion el que creó a los actuales Serafon. Otros opinan que las Naves-Templo adquirieron la capacidad de atravesar el vacío y sus Pozos de Desove fueron inundados por la energía de los cielos, creando a los Serafon con este acto. Por su parte otros opinan que los Slann crearon un lazo telepático con la Bestia Divina y que a esta le impactaron profundamente las visiones del fin del Mundo-que-fue, derrammando lágrimas plateadas que guiaron a los Slann y a sus navíos hacia el Reino de los Cielos. Puede haber una gran porción de realidad en estas historias.
Otras culturas poseen sus propias leyendas acerca de la creación de los Serafon, afirmando que en las cúpulas superiores de Azyr habitan los verdaderos dioses y que los Serafon son sus lacayos. Algunos incluso afirman que los Maestros Estelares Slann son en alguna medida responsables de la creación de los Reinos Mortales, una suposición que no es descabellada dado que si existen algunos seres capaces de dar forma física a las místicas energías de la magia, indudablemente esos serían los Ancestrales y sus sirvientes. El profundo conocimiento que poseen los Slann sobre los Portales del Reino y como redirigirlos o circunvalarlos en tiempos de necesidad da veracidad a estos rumores.
Sea cual sea la realidad, las Naves-Templo Serafon pasaron a habitar desde entonces las cúpulas superiores del Reino de Azyr, muy por encima del Sigmarabulum y de la alta estrella Sigendil, explorando gran parte de este mágico firmamento. Estos Serafon son conocidos como los Nacidos de las Estrellas.
Organización[]
Los Serafones están organizados en Constelaciones. Cada una de estas Constelaciones esta gobernada por al menos un Señor Slann y suelen recibir el nombre de los signos estelares sagrados de quienes los engendraron. Cada Constelación favorece distintas tácticas y marcas en la campo de batalla que las identifican sobre otras.[CORE3 1]
Constelaciones Serafon[]
Cada Serafon pertenece a una agrupación conocida como Constelación. De alguna manera, estas son análogas a una tribu o civilización mortal, cada una haciendo la guerra a su manera y poseeyendo sus propias marcas distintivas e incluso su cultura. Sin embargo, las Constelaciones son más que esto: proporcionan un vínculo tangible con el Reino de Azyr, y el nombre y la marca que eligen evocan a una de las grandes construcciones zodiacales que llenan las bóvedas superiores de los cielos, como los Colmillos de Sotek o los poderosos Lagarto Trueno. Se pueden encontrar innumerables Constelaciones tanto en los tramos superiores de Azyr como Materializadas en los diferentes Reinos. Algunas contienen una escasa cantidad de Serafon, otras constan de muchos miles.
Una Constelación puede comprender múltiples Flotas-Templo o Ciudades-Templo operando en múltiples reinos. Muchas de ellas poseerán su propio Maestro Estelar para guiarlas, y las Constelaciones más grandes pueden tener varios Slann para cada Flota-Templo o ciudad, pero la mayoría son guiadas por uno solo de estos hinchados magos. Son ellos quienes determinan las batallas que debe librar una Constelación, y su gobierno es absoluto, porque es un mandato divino de los propios Ancestrales.
Cada Slann es atendido por una camarilla de Starseers y Starpriests Eslizones, quienes a su vez son responsables de la administración de la sociedad Serafon.
Debido a su papel en la parte superior de la jerarquía del sacerdocio Eslizón, los Starseers son vistos con asombro por los Serafon. Incluso los Saurios inclinan sus cabezas con deferencia en presencia de un Starseer. Además de gobernar sobre distritos importantes dentro de una Ciudad-Templo, o sus propios barcos dentro de las flotas, un deber principal de los Starseers es la fabricación con Celestita. Pocos son mejores para trabajar con este extraño material que ellos, y aunque no pueden reproducir los mayores tesoros de los Ancestrales, poseen el conocimiento suficiente para mantener el que ya poseen los Serafon.
Por su parte, los Starpriests se encuentran entre los más gregarios de su raza reptiliana, y muchos tienen un talento natural para tratar con personas que no son Serafon. Los Colmillos de Sotek, en particular, hacen un gran uso de los Starpriests, y entre las embajadas Eslizonas establecidas en las Ciudades Libres sirven como embajadores principales ante las autoridades de la ciudad.
Debido a la naturaleza distante de los Slann y al enfoque centrado en la guerra que poseen los Saurios, es el sacerdocio Eslizón el que asegura el funcionamiento eficiente de la vida cotidiana de los Serafon. Del mismo modo que varios Starpriests pueden atender a un mago más poderoso, un Starpriest tendrá un grupo de asistentes y visires menores para llevar a cabo su voluntad. Estos sacerdotes, Eslizones que han destacado en la guerra o la artesanía, cumplen el papel de intermediarios, llevando la palabra de sus amos a las masas Eslizonas que abarrotan los barrios de trabajadores de cada Ciudad-Templo o flota. Un Sacerdote Eslizón será responsable de varias divisiones de Eslizones. La competencia entre divisiones puede ser feroz, y cada Sacerdote exhorta a sus seguidores a que levanten los mejores monumentos para la gloria de los Ancestrales o logren la mayor cuota de producción de armas de Celestita y herramientas industriales.
Los deberes diarios de una cohorte de Saurios pueden variar, aunque todos están relacionados con la guerra. A bordo de las Flotas-Templo de los Nacidos de las Estrellas, a los Guerreros Saurios a menudo se les permite deambular por las Cámaras del Mundo, pero en otro caso se les mantiene en animación suspendida hasta que llegue la llamada de la guerra. A medida que se acerca la hora predestinada, los miembros del sacerdocio Eslizón activarán los motores de revivificación de las Naves-Templo a través de rituales precisos que realmente no entienden, calentando la sangre de los guerreros inactivos hasta que vuelvan a gruñir. En destellos de energía Azyrita, llegan al campo de batalla, con la luz de las estrellas brillando a su paso mientras avanzan en perfecta sincronía hacia sus desafortunados objetivos, sus ojos ardiendo con un propósito salvaje.
Los Saurios Materializados, cuando no están en combate activo, forman las defensas exteriores de una Ciudad-Templo. Se los puede encontrar estacionados inmóviles sobre las paredes de los asentamientos Serafon, manteniendo sus habilidades de batalla afiladas cazando presas junto a sus hermanos de desove o patrullando incansablemente las profundidades de la jungla asfixiante. Sus duras escamas y su determinación natural hacen que sea difícil que sean derrotados a causa de una emboscada. Con que sólo un Saurio sobreviva al ataque inicial, luchará sin pausa, ganando tiempo para que lleguen los refuerzos. Los Saurios Materializados son ejemplos particularmente salvajes de su clase, con sus instintos depredadores naturales amplificados a medida que la luz de Azyr que los llena se une con las energías mágicas de los otros reinos.
Sociedad & Cultura[]
El término "Serafon" se refiere a varias subespecies de lagartos bípedos. No nacen, sino son engendrados, emergiendo en lo profundo de sus templos dorados de pozos místicos conocidos como Pozos de Desove.
Razas[]
Las razas Serafones son variadas y cumplen distintas funciones dentro de su Sociedad. Los más numerosos son los Eslizones, pequeñas criaturas bendecidas con mentes agudas y miembros diestros. Trabajando junto a ellos hay gigantescos cocodrilos conocidos como Kroxigor, brutos de ingenio lento que pueden emplear su fuerza gigantesca durante días y días cuando se les pone a una tarea. La casta guerrera está poblada por Saurios, soldados fuertes y obedientes criados exclusivamente para la batalla. En la cúspide de la jerarquía de Serafon se encuentran los Maestros Estelares Slann. Aunque tienen cuerpos de anfibios hinchados, su dominio mágico es casi incomparable. Incluso toda una camarilla de reyes hechiceros luchará por igualar a un Slann en un duelo místico, ya que manejan lo arcano con tanta destreza como un guerrero campeón con una espada.
- Slann: Los Slann son los maestros indiscutibles de la raza Serafon, las mentes que guían a las razas menores hacia la finalización del Gran Plan. Cada uno es funcionalmente inmortal; ciertamente, nunca se ha sabido de un Maestro Estelar que perezca de vejez.
- Saurios: Los Saurios existen exclusivamente para la guerra. Son completamente leales a los Slann e implacables en su misión de destruir a los sirvientes del Caos, y a cualquiera que los ayude, a sabiendas o de otra manera.
- Eslizones: Los Eslizones forman la mayor parte de la sociedad Serafon. Aunque a menudo son más bajos incluso que un Duardin, son rápidos, inteligentes y muy vocales, incluso capaces de aprender la lengua de otras razas.
- Kroxigor:
Ramas[]
La Raza Serafones se ha dividido en dos Ramas dintintas en función de su nacimiento y linaje.[CORE3 1]
- Habitaestrellas: Son criaturas celestiales relucientes que emergen de las estrellas liderados por los Slann expertos en enviar refuerzos desde sus Naves-Zigurat. Están infundidos de una fuente de energía celestial tomada de los confines más altos de los cielos, convirtiéndolos en amos del espacio y tiempo. Son los que permanecen en las bóvedas superiores de Azyr o surcan el Vacío Aéterico.[CORE3 1]
- Materializados: Esta rama de Serafones han descendido a la tierra, reduciendo su aspecto celestial para convertirse en seres mas terrenales. Suelen ser más salvajes y son mas propensos a la superstición.[CORE3 1] Estos Serafon han abrazado sus instintos primarios a medida que la luz de los cielos se ha ido desvaneciendo en su interior. {ref}
Los Serafon han estado activos durante mucho tiempo en los Reinos Mortales. En todos los palacios y universidades de Azyrheim hay frescos de la Era de los Mitos que representan guerreros reptilianos resplandecientes con la luz de las estrellas. Al comienzo de la Era de Sigmar, muchos de los que se encontraron con los Serafon supusieron que eran manifestaciones de Azyr no del todo diferentes a los Stormcast Eternals. Venían de los cielos, llegando en rayos de brillo luminiscente.
La verdad es algo más compleja. Los Serafon son fundamentalmente criaturas de carne y hueso, aunque con magia celestial brillando en sus venas. Los primeros de ellos habitaban en vastas Naves-Templo en medio de la oscuridad del vacío etérico. Estos barcos pronto se vieron atraídos hacia los confines más altos de Azyr, donde sus Pozos de Desove quedaron impregnados por la magia de las estrellas. En poco tiempo, los Serafon que emergieron del interior, así como los que habitaban dentro de las propias naves, se parecían más a seres celestiales que a lo que la mayoría de los mortales entiende como criaturas vivientes.
Muchos Serafon aún persisten de esta manera. Cargados con las energías de Azyr, estos 'Nacidos de las Estrellas' existen en una longitud de onda ligeramente diferente a los otros reinos. Sus armas crepitan con furia celestial, y cuando son asesinados se descomponen en explosiones de pura luz estelar. Usando los portales de translocación que se encuentran dentro de sus naves arcanas, estos seres atacan con precisión y sin piedad. Es el Slann que une la esencia de los Nacidos de las Estrellas en forma reptil. Muchos Maestros Estelares pueden "conjurar" guerreros directamente desde sus Naves-Templo con solo un gesto. Para aquellos que presencian esta hazaña, puede parecer que los Slann están elaborando a estas criaturas enteras a partir de las energías de las estrellas, o incluso solo de sus pensamientos.
Los Nacidos de las Estrellas pueden interactuar con el mundo tangible, pero su profunda conexión con Azyr les impide alcanzar la verdadera fisicalidad. Sin embargo, a medida que han pasado los siglos, algunas flotas de templos de Serafon descendieron de Azyr y establecieron asentamientos permanentes en los Reinos Mortales. Cuando un Serafon permanece dentro de un reino, su naturaleza Azyrita inherente se mezcla con la energía mágica que forma esa reinoesfera. Así como los diferentes vientos de magia se concentraron lo suficiente con el tiempo para tomar forma física formando los propios Reinos Mortales, los Nacidos de las Estrellas eventualmente obtuvieron una verdadera permanencia.
Conocidos como los Materializados, estos Serafon han abrazado sus instintos primarios a medida que la luz de los cielos se ha ido desvaneciendo en su interior. Las junglas espesas se extienden alrededor de sus Ciudades-Templo terrestres, su crecimiento acelerado por las extrañas olas de poder que emanan de los arcanos Realmshaper Engines que salpican su territorio. Si bien pueden carecer del dominio del espacio y el tiempo de los Nacidos de las Estrellas, la furia primigenia de los Materializados lo compensa con creces. Ya sean Nacidos de las Estrellas o Materializados, todos los Serafon luchan por un objetivo unificado: el cumplimiento del Gran Plan de los Ancestrales y la aniquilación del Caos.
Reproducción[]
A diferencia de otras razas cuya con reproducción tradicional, los Serafones emergen completamente de formados de piscinas místicas de desove. Según se dice estas piscinas son un artificio de los Ancestrales para conseguir el Gran Plan.[CORE3 1]
Los Slann son los maestros indiscutibles de la raza Serafon, las mentes que guían a las razas menores hacia la finalización del Gran Plan. Cada uno es funcionalmente inmortal; ciertamente, nunca se ha sabido de un Maestro Estelar que perezca de vejez. Esta existencia distante lleva a la Slann a percibir la realidad de manera muy diferente a otros seres. Para ellos, el tiempo pasa rápidamente, e incluso los antiguos Aelves les asemejan de vidas cortas y efímeras. Los vasto intelecto de los Maestros Estelares resulta perfecto para las contemplaciones cósmicas y la deducción de fórmulas celestiales esotéricas. Sus pensamientos son tan profundos que puede parecer que un Slann duerme durante décadas o incluso siglos, pero mientras tanto sus mentes altamente ordenadas trabajarán constantemente para explorar los innumerables caminos del futuro.
Estas cualidades de los Slann son creaciones deliberadas. En épocas pasadas fueron los principales servidores de los Ancestrales, y su destreza mágica fue empleada en grandes esfuerzos cosmológicos. De sus maestros aprendieron muchos secretos arcanos, incluidos los principios de la tecnología de los Portales del Reino. Algunos eruditos mortales creen incluso que los Slann fueron parcialmente responsables de la construcción de los primeros Portales del Reino en el Mundo-que-fue, y que este hecho puede haber desempeñado un papel en la destrucción de ese mundo.
Los Slann quizás sean los más estridentes enemigos del Caos en toda la creación. Cada orden que pronuncian viene detrás de una profunda deliberación sobre lo que más dañará los poderes infernales. Sin embargo, a pesar de sus mentes ordenadas y, en última instancia, objetivos unificados, los Slann son todos individuos y, por lo tanto, cada uno posee su propia personalidad y opinión sobre la mejor manera de cumplir El Gran Plan. Estas creencias diferentes se complican aún más por el hecho de que ninguno de los Slann recuerda perfectamente a los Ancestrales, ya sea por algún efecto secundario de la gran catástrofe que los separó de sus creadores o por una medida deliberada de los Slann para protegerse del horrible trauma de aquellos tiempos. En su lugar, se ven obligados a confiar en recuerdos fragmentados, visiones portentosas recogidas mientras recorren los caminos del futuro y placas antiguas que han sido copiadas y copiadas innumerables veces por ansiosos escribas Eslizones.
Saurios[]
Los Saurios existen exclusivamente para la guerra. Son completamente leales a los Slann e implacables en su misión de destruir a los sirvientes del Caos, y a cualquiera que los ayude, a sabiendas o de otra manera.
Al igual que todos los Serafon, los Saurios no nacen en el sentido convencional, sino que crecen en pozos de desove. Cuando sea el momento adecuado, se arrastrarán de las aguas resplandecientes completamente formados, con los ojos fríos mirando fijamente al frente mientras esperan órdenes. Por lo general, una cohorte completa de Guerreros Saurios se genera a la vez, forjando un vínculo casi telepático entre los parientes engendrados que durará el resto de sus duras y brutales vidas. Un guerrero Saurio sabe instintivamente lo que sus hermanos inmóviles a cada lado están a punto de hacer, defendiéndolos mientras atacan o lanzándose al ataque mientras ellos distraen al enemigo.
Esta disciplina salvaje es la verdadera fuerza de los Saurios. Aunque su apariencia puede ser bestial, cada uno es un soldado con una formidable concentración y un talento natural, capaz de realizar maniobras militares complejas con un solo comando gruñido de sus líderes de desove y Alphas.
A la cabeza de los ejércitos de una Constelación van sus comandantes Saurios. Cada uno es un centenario veterano de las más sangrientas batallas, un antiguo líder de guerra cuyo crudo poder marcial está respaldado por un fría y calculadora astucia y la disciplina incomparable de sus huestes guerreras. En todos los reinos, pocos enemigos son tan mortíferos como estos campeones guerreros.
Eslizones[]
Los Eslizones forman la mayor parte de la sociedad Serafon. Aunque a menudo son más bajos incluso que un Duardin, son rápidos, inteligentes y muy vocales, incluso capaces de aprender la lengua de otras razas. Cuando se combina con su destreza inherente, esto les permite sobresalir en los roles de artesanos, trabajadores domésticos y escribas. Son ellos quienes supervisan la expansión de una Ciudad-Templo desde su aterrizaje inicial, y los que intentan conservar los artefactos tecnológicos de los Ancestrales. Que no entiendan completamente el funcionamiento de estos dispositivos no es de particular interés para los Eslizones. Su compromiso con El Gran Plan es absoluto, y el mando del Slann es justificación suficiente para cualquier tarea.
Muchas subespecies de Eslizones poseen sus propias cualidades únicas, cada una vital para la propagación del Gran Plan. Tal vez los más infames de estos dotados seres sean los Eslizones Camaleón. Los Eslizones Camaleón poseen una capacidad única para reducir su cuerpo a poco más que sombra sin forma, mezclándose con su entorno. Se extienden por delante de los guerreros, ocultándose a plena vista antes de bañar al enemigo con dardos soplados cubiertos de venenos mortales exprimidos de los cuerpos de los anfibios iridiscentes que se encuentran dentro de las Cámaras del Mundo Serafon.
Otras Criaturas[]
Existen otras criaturas que sirven a los Serafon tanto en el día a día como en la guerra, y generalmente son los Eslizones los encargados de dirigirlas y cuidarlas. Desde los brutos Kroxigor hasta los inmensos Estegadones y Bastiladones. Grupos de caza de Eslizones dirigen manadas de Salamandras y Razordones. Algunas bestias sirven como montura, como los Terradones y Rajadáctilos que montan algunos Eslizones, los Gélidos que montan los Saurios, los Troglodones que montan los Oráculos Eslizones y los temibles Carnosaurios que montan los mayores guerreros entre los Saurios.
Principales Personajes[]
Fuerza Militar[]
La fuerza militar de los Serafones esta compuesta por cohortes de guerreros saurios, ágiles e inteligentes eslizones y gigantescos reptiles que estremecen la tierra a cada paso. Su fuerza esta guiada por el intelecto insondable y el inmenso poder arcano de los Slann,[CORE3 1]
Organización Militar[]
Los ejércitos de los Serafon se construyen alrededor de filas de brutales Saurios, astutos Eslizones y monstruos titánicos. Aunque pueden parecer poco más que reptiles brutales, las fuerzas reunidas por los Serafon son altamente especializadas. Cada cohorte de reptiles o bestia de guerra cumple un propósito cuidadosamente trazado, que refleja la visión de su maestro del Gran Plan.
Aunque las realidades de la guerra a menudo requieren que los Slann envíen ejércitos que contengan todo tipo de guerreros y monstruos escamados, cuando es posible las cohortes de Serafon se organizan en formaciones ordenadas ampliamente categorizadas como 'huestes de guerra'. Las compuestos por Nacidos de las Estrellas se conocen como "Huestes Estelares", mientras que los Materializados se refieren a sus formaciones en el campo de batalla como "Huestes del Templo". Una Constelación contiene múltiples Huestes Estelares o Huestes del Templo, cada una formada alrededor de un Saurio o líder Eslizón en particular por la voluntad del Maestro Estelar gobernante. Algunas constelaciones pueden contener sólo un puñado de estas formaciones, mientras que las más grandes poseen muchos cientos.
Cada una de las cuatro variaciones de huestes de guerra más comunes se construyen alrededor de una de las subespecies principales de los Serafon o sus bestias de guerra concomitantes. Los Huestes Garrasol se forman a partir de cohortes masivas de Guerreros Saurios, mientras que sus hermanos montados forman rápidas Huestes Lanzafuego. Los Eslizones pueblan las Huestes Golpesombra, esperando con una paciencia imposible antes de lanzar sus trampas mortales. Finalmente, estampidas de reptiles titánicos y manadas de cazadores salvajes conforman las Huestes Estampida, y sus imparables cargas pisotean al enemigo bajo sus pies.
Los ejércitos de Nacidos de las Estrellas reflejan su naturaleza como criaturas puras del Orden. Sus grandes Huestes Estelares Eternas comprenden un conjunto de Huestes Estelares menores, dirigidas por un Slann y sus intratables guardaespaldas. A medida que se reúnen más subespecies particulares de Serafon, se amplifica el poder celestial que las infunde. Las coronas de energía que rodean sus armas resplandecen aún más, mientras que más guerreros reptiles emergen aparentemente de la nada en explosiones prismáticas de luz. Los semejantes atraen a los semejantes, y cuando estos Serafon cargados celestialmente se reúnen en masa, la conexión entre el Slann y Azyr se hace más fuerte, lo que les permite convocar refuerzos mucho más fácilmente. De esta manera los ejércitos de Nacidos de las Estrellas forman otra parte de la gran ecuación cósmica forjada por los Maestros Estelares.
Las Constelaciones Materializadas normalmente operan en la región que rodea su Ciudad-Templo, o en tierras conectadas a sus dominios por Portales del Reino cercanos que protegen sin piedad. Sus ejércitos vibran con un salvajismo primitivo. Las agrupaciones de cohortes que llevan la lucha directamente al enemigo son las favoritas entre los Materializados, al igual que lcampeones bélicos como los letales Sunblood. Sus cohortes luchan con una furia imparable, y las fauces mortales de los Saurios desgarran las gargantas de sus enemigos con una ferocidad aterradora mientras los líderes Eslizones utilizan su conocimiento del terreno local para preparar emboscadas devastadoras. Los Slann que comandan las Huestes del Templo Eternas, como se conocen las formaciones Materializadas más grandes, recurren al poder almacenado de la Astromatriz para remodelar el paisaje en un arma. Su magia que sacude el mundo transforma cada bosque espeso o ruina cubierta de vegetación en una primitiva trampa mortal para sus desventurados enemigos.
Historia Cronológica[]
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Enlaces Externos[]
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Referencias[]
Warhammer Age of Sigmar: Libro Básico (3era Edición)
Tomo de Batalla: Serafon 2020