Caprichoso por naturaleza, el Tauralon es una bestia nativa del éter que se alimenta se los seres devoradores de magia que habitan en ese extraño lugar. Desde la construcción del Sigmarabulum, bandadas enteras de Tauralones se han acostumbrado a usar esa gran media luna como su nido. Persiguen meteoritos que pasan y estrellas fugaces por deporte, compitiendo entre ellos para ver quién puede golpear los escombros estelares pra que adopten un rumbo más entretenido, por ejemplo hacia un alma que se proyecta astralmente. Si un Lord-Arcanum escapa de este juego letal con su espíritu intacto, puede unirse enviando los meteoritos de vuelta nuevamente, y así ganarse el respeto de estas bestias.
La amistad entre el guerrero arcano y la criatura celestial se convierte en una asociación duradera cuando el jinete y la bestia unen sus fuerzas en la guerra. El Tauralon es ágil como un halcón, a pesar de su gran tamaño. Aunque con sus cuernos rizados puede dar una embestida meteórica lo suficientemente fuerte como para romper la pared de un castillo prefiere evitar el conflicto directo, y en su lugar sobrevuela sobre su presa dejando un rastro de luz astral a su paso. Cuando esta luz ilumina al enemigo, posándose billantemente sobre ellos como si se tratara de polvo estelar, no causa un daño perceptible. Solo cuando el enemigo ve dirigirse directamente hacia ellos las flechas de los Judicators y los proyectiles arcanos de los adeptos Sacrosantos, sin importar su curso original, se dan cuenta de que el jinete de Tauralon que los sobrevoló fue sin ninguna duda el heraldo de su condenación.
Tauralon conocidos[]
- Loithar, Tauralon vinculado a Aventis Firestrike
Fuentes[]
- Tomo de Batalla: Stormcast Eternals (2018)