Teclis es el primero de los Lumineth en llevar la guerra a las fuerzas de la oscuridad, pues conoce bien el costo del aislacionismo. Junto con Celennar, su espíritu afín y alma encarnada de la luna verdadera de Hysh, desciende al campo de batalla en un resplandor de luz de luna divina desprendiendo a su alrededor rayos abrasadores de magia Hyshiana.
Descripción y equipo[]
El gran señor Teclis es conocido como el Dios Mago, porque es uno con el poder arcano de los reinos. Algunos susurran que ha trascendido la fisicalidad por completo, convirtiéndose en un ser de luz pura que conserva una forma humanoide solo para comunicarse con los que están más abajo en la escalera de la iluminación que lleva su nombre. Muchas son las leyendas sobre las vidas anteriores de Teclis: que sacrificó su vida mortal para asegurarse de que la raza aelfa sobreviviera, que desató el vórtice de la magia en el corazón del Mundo-que-fue para negar a los Dioses del Caos, que él solo impidió que Hysh fuera consumido por el poder mortal del Necroseísmo de Shyish. Él no habla nunca de la veracidad de los oscuros rumores que rodean su pasado. Como les dice a sus discípulos magos, aquellos que se han aventurado en las sombras por el bien de todos se han ganado la prerrogativa de vivir en la luz.
Como uno de los Dioses Gemelos de Hysh, Teclis representa el pináculo del logro Lumineth. En su cinturón muestra el Mándala Rúnico Completo de su pueblo, la Runa de los cuatro espíritus geománticos Lumineth, Montaña, Rio, Aire y Zenit, cada uno representado con una runa individual que cuelga de su cintura que demuestra que a dominado las 4 disciplinas. Le acompaña Celennar, espíritu de Hysh, que representa la manifestación viva de la luna de Hysh. Celennar es una enorme esfinge alada que oculta su rostro tras una mascara ceremonial, porta unos enormes cuernos decorados y un collar con runas Lumineth demostrando su unión a este pueblo.
Teclis porta unos ropajes ricamente decorados con borlas y múltiple simbología de la luna, porta un Casco con una enorme media luna como epítome de lado Tecliano de la cultura Lumineth, donde Tyrion es representado por el Sol y Teclis por la luna. Estas medias lunas representan a la ya fallecida deidad elfa de Lileath. La luna esta muy presente entre las armas, ropas y abalorios de los Lumineth en devoción de su Dios.
Teclis porta sus antiguas armas, la vara la Lileath que contiene un pedazo del poder de la diosa en el, fue un regalo de la diosa a los elfos y con el cual la magia es fácilmente acumulada y manejada en su interior potenciando enormemente el poder de la magia de su portador. Y la espada que el mismo Teclis forjo en el antiguo mundo, una arma imbuida de magia y miles de hechizos de destrozan a sus enemigos, el mismo Teclis la forjo como defensa en sus aventuras por el mundo que fue, la espada lanza magia y destroza a sus enemigos manteniendo a su portador protegido del enemigo.
Historia[]
Vida en el Mundo-que-fue[]
Teclis nació en el Mundo-que-fue, en la perdida isla de Ulthuan. Junto con su hermano gemelo Tyrion, eran descendientes de Aenarion, el primer Rey Fénix que combatió en las primeras invasiones demoníacas que asolaron a este mundo y que fue maldecido a causa de haber tomado la espada de Khaine, una terrible y sangrienta deidad élfica. Desde su nacimiento los dos hermanos estuvieron marcados para la gloria, aunque eran muy distintos. Donde Tyrion era fuerte y apuesto, a semejanza de su legendario ancestro, Teclis era débil y enfermizo aunque estaba increíblemente dotado para la magia. Juntos salvaron a su isla natal de la invasión del Rey Brujo Malekith y participaron en muchas otras batallas. Tyrion se convirtió en el defensor de Ulthuan y en el protector de Alarielle, la Reina Eterna. Por su parte Teclis enseñó a los humanos a manejar los vientos de la magia, viendo en ellos unos potenciales aliados contra el Caos, viajó por el mundo intentando descubrir cómo deshacerse de esta terrible amenaza y terminó convirtiéndose en el Señor del Conocimiento.
Teclis participó activamente en los eventos que desembocaron en el fin del Mundo-que-fue. Tyrion fue amante de Alarielle, y tuvieron una hija en secreto, Aliathra, la cual se suponía que era hija del rey fénix Finubar. Aliathra fue secuestrada mientras acudía como embajadora ante los enanos, y Tyrion y Teclis descubrieron que se encontraba en Nagashizzar. Partieron a liberarla pero fracasaron, siendo secuestrada por Mannfred von Carstein. Tyrion deseaba ir a liberarla pero Teclis se lo impidió, diciéndole que enviara en su lugar a Eltharion junto con un ejército. Teclis actuó en conveniencia con la diosa Lileath consciente de la amenaza que Archaon suponía, tomando decisiones difíciles en el camino: conspirar para asesinar al rey fénix, permitir que su sobrina fuera sacrificada para revivir a Nagash con menos poder del que este esperaba y aliarse con Malekith, el Rey Brujo. Por su parte Tyrion se distanció de su hermano, descubriendo sus complots y convirtiéndose en el amante de Morathi y en un guerrero cruel. Con ayuda de la hechicera consiguió la legendaria espada de Khaine, pasando a ser su avatar. Por su parte Teclis propició que Malekith fuera coronado rey fenix. Hubo una guerra civil en cuyo colofón Teclis destruyó el vórtice de la isla de los muertos para entregar los vientos de la magia a unos héroes elegidos que se convertirían en encarnados capaces de plantar cara al Caos, pero varios vientos escaparon a su control. Tyrion murió, Ulthuan fue destruida y los supervivientes escaparon a Athel Loren, reunificándose así los elfos bajo el reinado del rey Malekith, con el viento de las sombras Ulgu, y la reina Alarielle, con el viento de la vida Ghyran. Teclis robó la llama de Middenheim matando al dios Ulric y condenando a la ciudad, pero revivió con ella a Tyrion y le dio el viento de la luz Hysh.
Poco después, acudieron como refugiados a Athel Loren enanos y hombres liderados por Karl Franz, que tuvo y perdió el viento de los cielos, y Baltasar Geltz, con el viento del metal. Tyrion y Teclis descubrieron que Karl Franz era en realidad Sigmar encarnado. Se aliaron con Nagash, que tenía el viento de la muerte, y tras una batalla con Demonios invasores de Khorne, Teclis teleportó a los encarnados de los ocho vientos junto a sus ejércitos a Middenheim para evitar que Archaon destruyera el mundo con un artefacto ancestral. Los encarnados lograron derrotar a Archaon aunque dos de ellos murieron en el proceso liberando el poder de Ghur y Aqshy. Eran necesarios todos los vientos para detener el artefacto, por lo que Teclis tomó los vientos del fuego y las bestias en un esfuerzo que sabía que le costaría la vida. Mannfred apareció finalmente matando a Gelt y liberando el viento del metal. Resultó imposible detener el artefacto, y Teclis fue consumido por el poder de la magia desbocada. Perdida la esperanza, Tyrion y Alarielle observaron juntos el final del Mundo-que-fue.
Era de los Mitos[]
Despertar en Hysh[]
En la Era de los Mitos, Tyrion despertó en Xintil, en el corazón de Hysh. El poder que había absorbido anteriormente del viento de Hysh le había convertido en un dios de la luz. Exploró en solitario los diez paraísos de Hysh, y durante estos viajes pudo oír la voz de su hermano en el viento. Ansioso por encontrarlo, viajó al perímetro hostil y llegó al borde del reino. Sus ojos se derritieron por la intensidad de la luz, pero llamó la atención del espíritu elemental de la luz que ocupa la región y brilla como el sol del resto de reinos. Encontraron una causa común, aunque Tyrion no recordó nada del encuentro y despertó en el centro del reino junto con su hermano Teclis. Los dos se habían convertido en mitades gemelas del mismo poder divino, que, en cambio de estar dividido o disminuido, se vio reflejado y ampliado. Tyrion descubrió que podía ver a través de los ojos de su hermano, y este le enseñó a ver los reinos a través de su percepción extrasensorial.
El Panteón de Sigmar[]
Tyrion y Teclis vagaron juntos por Hysh hasta que encontraron a Sigmar. Grande fue su alegría por este reencuentro, y forjaron una alianza iniciando el Panteón de Sigmar.
Teclis le ofreció como obsequio a Sigmar los Ingenios de Iluminación, unos artefactos con la luz de Hysh que ayudaría a iluminar las mentes de los ciudadanos de los Reinos Mortales incentivando así el crecimiento de las nuevas civilizaciones. Posteriormente Sigmar convertiría estos ingenios en los Penumbral Engines, disgustando enormemente a Teclis y a su hermano.
Captura de Slaanesh[]
Sin embargo apenas quedaban Aelves, y estos se encontraban principalmente en Azyr. El resto aparentemente habían sido consumidos por Slaanesh durante la destrucción del Mundo-que-fue, pero Tyrion y Teclis no perdieron la esperanza y marcharon a Shyish buscando un lugar en el que puedan estar las almas de sus parientes perdidos. Unos misteriosos monjes les explicaron que un ser conocido como Malerion también buscaba las almas de los Aelves, reconociendo a este como un compatriota del Mundo-que-fue. Descubrieron además que ni Tyrion podía ir a Ulgu ni Malerion podía ir a Hysh, pero podían reunirse en Shyish, de manera que los monjes los llevan a la localización en que se encontraba Malerion. Tras comprender que Hysh y Ulgu estaban ligados, dedujeron que debía existir un subreino penumbral entre ambos, y fue gracias a esta metalógica que descubrieron Uhl-Gysh. Así se inició la portentosa tarea de atrapar a Slaanesh, la temible deidad del Caos que había consumido a prácticamente toda su raza y que se encontraba realizando una digestión milenaria en un paradero oculto. Colaboraron en este plan colosal Tyrion, Teclis, Malerion y Morathi, y sabemos que varias de estas deidades se ofrecieron como cebo atrayendo a la maligna deidad a una titánica trampa con la que la consiguieron encadenarla. Tras atrapar a Slaanesh empezaron a extraer almas de su interior, repartiéndoselas entre ellos.
Creación de los Cythai[]
Teclis seria el Primero en crear una raza de aelfos, los Cythai, que serian mas tarde conocidos como los Idoneth Deepkin. Teclis tenia la intención de construir un pueblo culto e inmerso en las ricas tradiciones de la ancestral Ulthuan, pero todo resulto en desastre. Siendo los primeros en salir poseían profundas cicatrices emocionales y psicológicas que los hacia retraídos y con personalidades extrañas además de un alma marchita. Comenzó a exterminar a estos hijos malditos por Slaanesh pero por mediación de Tyrion los dejó escapar a las profundidades de los océanos, permitiendo que más tarde desarrollaran su civilización.
Los Lumineth[]
Tras su fracaso con los Cythai, Teclis no cesó su intento de crear una nueva raza, creando a los Lumineth, la más estable de las razas creadas a partir de las almas extraidas de Slaanesh. Esta nueva raza de Aelves se estableció en Hysh, donde poco a poco florecieron en una tierra paradisíaca de perfección geométrica haciéndose poderosos y sabios bajo la influencia de sus dioses gemelos.
Los Lumineth crearon una cultura de perfeccionamiento e innovación en todos los paraísos de Hysh a excepción del más externo. Algunos alcanzaron un alto nivel de perfeccionamiento mental, otros viajaron por los reinos cartografiando y adquiriendo conocimientos de botánica, biología, historia y demás. No mataban a las criaturas hostiles que encontraban, si no que intentaban adiestrarlas y si no era posible las dejaban libres o las enviaban a otros reinos si eran muy peligrosas. Resulta para ellos un juego de niños aprender nuevos idiomas, ciencias o artes. Incluso son capaces de alcanzar la maestría en los mayores talentos con solo unas semanas de estudio. Dada la importancia que dan a la estética, sus ciudadelas y palacios se vuelven más altas y ambiciosas con el paso de los años.
Al haber eliminado las principales amenazas de Hysh, buscan superarse en los diferentes campos que trabajan, creándose rivalidades amistosas que buscan constantemente mayores cotas de perfeccionamiento.
El Teclamentari[]
Las enseñanzas de los Lumineth se focalizan en la adquisición del mayor conocimiento, y son poco a poco formalizadas en el Teclamentari, o Escalera Tecliana. Cada peldaño de esta escalera consiste en una etapa de maestría sobre el alma y la mente. Para graduarse y pasar de un peldaño al siguiente es necesario pasar agotadoras pruebas mentales que pueden minar la cordura de los aspirantes. Aquellos que alcanzan los mayores peldaños llegan a estar tan iluminados que parecen etéreos, resplandeciendo literalmente con su conocimiento. Se dice que alcanzar el zenith del Teclamentari es ascender a un plano superior, aunque ni siquiera Teclis ha conseguido dicha proeza.
Descubrimiento del Aetercuarzo[]
Fue entonces cuando Teclis descubrió como crear el Aetercuarzo. La piedra del reino de Hysh se transmuta a partir de la magia del reino, que en lugar de sedimentar aparece como rayos de energía que son casi imposible de atrapar mientras cruzan el firmamento. Los que entran en contacto con el Aetercuarzo pueden absorber su poder e iluminación y pasar a estar iluminados en cuerpo, mente e espíritu. Entonces, el Aetercuarzo se oscurece absorbiendo las emociones del usuario y reemplazando una energía con la otra. Durante la Era de los Mitos los Lumineth fabrican con Aetercuarzo joyería o empuñadura de espadas, e incluso los portan como piercings o debajo de la lengua para absorber su poder. Los cristales utilizados se depositan en el pozo de la ciudad de Cathartia.
El éxito y progreso desenfrenado que obtienen los Lumineth gracias al Aetercuarzo tiene un efecto toxico en su psique. La competitividad entre ellos se vuelve feroz, y la lucha por acaparar el mercado de materia prima de Aetercuarzo se vuelve intensa. Tyrion y Teclis se encontraban fuera del reino, confiando en el buen hacer de sus creaciones, pero no podrían haber estado más equivocados. Las acusaciones cruzadas de demonología entre escuelas rivales continuaron. Aunque eran infundadas, la mención de la influencia demoníaca aumentó la paranoia en la sociedad Lumineth. En pocas semanas se iniciaron ataques mágicos en todas las provincias de los aelfos. Aunque los hechizos inicialmente se conjuraban para denigrar al oponente, pronto alcanzaron un carácter letal. Se inició una feroz escalada en la que los Lumineth utilizaron los más poderosos encantamientos y artefactos que poseían, incluso los que juraron no utilizar jamás.
Era del Caos[]
Ocari Dara[]
El cataclismo mágico que siguió es conocido como el Ocari Dara o la Caída de la Aguja. Con una sola palabra de poder se destruyeron palacios enteros, y algunos conjuros arrasaron ciudades enteras. Las propias tierras sufrieron a causa de las energías desatadas, y en algunos lugares se abrió el velo de la realidad, abriendo las puertas al Reino del Caos. Por estas rendijas llegaron los demonios de Slaanesh, aumentando la devastación. En algunas islas de cordura los Lumineth contraatacaron, pero la gran mayoría de Hysh fue consumida por la guerra civil y la invasión demoníaca. El reino habría sido consumido si no hubiera sido por la participación de Tyrion, el cual lideró la defensa del reino contra centenares de incursiones del Caos.
Viaje a Celennar[]
Con los Diez Paraísos divididos por la guerra, Teclis buscó desesperadamente una forma de hacer que los Lumineth estuvieran unidos una vez más. Buscó en lugares cada vez más esotéricos, y hasta que no subió al Teclamentari no encontró su respuesta. Estaba mucho más allá, en la oscuridad del vacío etérico. Allí, Teclis habló con el espíritu de la luna verdadera de Hysh, porque razonó que tendría el desapego necesario para ofrecer soluciones que nunca encontraría en los Reinos Mortales.
Como poco más que una proyección astral de su propia alma, Teclis suplicó a Celennar durante muchos días y noches. Fue recompensado sólo con silencio y duda. Cuando el cuerpo lunar fue eclipsado por Ulgu, pasando a la oscuridad a medida que se acercaba al punto crucial entre los Reinos de la Luz y la Sombra, Teclis se sintió acosado por tal desesperación que contempló arrojarse al vacío para nunca regresar. Sin embargo, cuando la luna verdadera emergió de la sombra una vez más, allí encontró una criatura extraña y maravillosa. La esencia de Celennar había tomado forma, manifestándose como una bestia leonina alada con una máscara serena en lugar de rostro.
La criatura miró profundamente en la psique de Teclis. Celennar lo involucró en un largo debate, hablando palabras directamente a la mente del archimago en la lengua del antiguo Ulthuan aunque, en realidad, no hablaban en absoluto. Al principio, la luna era completamente inescrutable y casi indiferente a los hechos de los Lumineth. Lo que ocurriera en el corazón de Hysh era de poca importancia para quien vivía tan lejos de él. Sin embargo, Teclis siguió hablando, hablando de realidades ya perdidas por el flagelo del Caos. El rostro del ser, enmascarado y con una sonrisa gentil, se entristeció cuando Teclis contó las tragedias de la gente de abajo y cómo la supervivencia de los reinos pendía de un hilo. Algo debajo de la fría lógica de sus conclusiones le hablaba a la esencia lunar. Las cicatrices de los apocalipsis anteriores habían herido profundamente a Teclis, y su voz tenía una profunda emoción y convicción que despertó algo dentro de Celennar. Una profunda inquietud se instaló en el alma de la criatura lunar al escuchar el nombre de uno de los Dioses Oscuros en particular: Slaanesh.
Algún aspecto del espíritu del vacío se estremeció de repulsión ante la mera mención del nombre del dios. Celennar prometió que viajaría junto a Teclis a la esfera del reino de Hysh, tomando forma física y abandonando su hogar espiritual para dejar la verdadera luna de Hysh como nada más que un orbe de roca sin vida. Una mayor vocación le había sido revelada y no la abandonaría. A través de las artes geománticas, podría enseñar a Teclis y sus parientes a vivir en armonía con las tierras de Hysh. Con ese juramento, Celennar convirtió ese último rayo de esperanza dentro del corazón de Teclis en un rayo de iluminación que alumbraría el camino para toda su raza.
Fundación de los Templos Aelementiri[]
Teclis tomó a los más desinteresados y arrepentidos entre los Lumineth, aquellos que buscaban una vía para luchar contra la obsesividad que había estado cerca de condenar a su raza. Estos aprendieron a vincularse con el propio reino, fundando los Templos Aelementiri. Estos aelfos abandonaron sus posesiones materiales, preconcepciones y estructuras de conocimiento para vincularse con el rio, la montaña, el viento o el zenith.
Se inició así la guerra de la Reinvención. Se logró contener a las fuerzas invasoras, y pronto se reconquistaron regiones. Aquellas que habían estado cerca de su destrucción fueron santificadas y estabilizadas con vastos simbolos geománticos inscritos en las tierras.
Era de Sigmar[]
Aislacionismo[]
Los Lumineth no participaron en las Guerras por los Portales, puesto que aún sufrían los estragos de sus guerras de liberación. Cuando llegó la Era de las Tribulaciones, Teclis sintió que Nagash estaba preparando algún poderoso conjuro y situó torres protectoras de Aetercuarzo en las principales ciudades Lumineth. Tras el Necroseísmo los Lumineth sufrieron ataques de muertos vivientes, pero gracias a las protecciones ideadas por Teclis consiguieron mantenerse firmes ante esta amenaza. Por su parte el Arcanum Optimar pobló el reino de entidades mágicas depredadoras. Este desorden mágico desorden tuvo un profundo efecto en la pisque Lumineth. Resultó obvio que no se podía confiar en que los otros reinos cuidaran de sus asuntos y, con tiranos capaces de alterar la realidad como Nagash. Los Lumineth ya no se podían permitir el lujo de su anterior aislacionismo.
Ofensiva[]
Temiendo que Slaanesh pudiera haberse liberado parcialmente tras el Necroseísmo, Tyrion y Teclis parlamentaron con Malerion y Morathi. Tyrion y Malerion coincidieron en que no había nada de que preocuparse, pero Morathi advirtió de la posibilidad de una liberación de Slaanesh y sus palabras fueron escuchadas atentamente por Teclis. Tras parlamentar con Celennar, Teclis decidió liderar una campaña en el resto de Reinos Mortales. Lord Tyrion advirtió a su hermano de que enfurecería a sus aliados invadiendo de forma efectiva los reinos de los Humanos, los Aelves y los Duardin, aunque solo fuera para salvarlos de la corrupción y la disolución, pero Teclis estaba convencido de que tenía razón. Le acompañaron las fuerzas de Ymetrica, Syar, Iliatha y Zaitrec.
Miniatura[]
Teclis Señor de la Iluminacion está representado con la siguiente miniatura Citadel: