Dispersos por los Reinos Mortales existen reinos de la tumba, imperios-túmulo gobernados por despiadados déspotas no muertos. En vida, estos Reyes Tumularios (Wight Kings) fueron grandes conquistadores y generales que aplastaron naciones enteras bajo sus botas de hierro. Su hambre de guerra no ha disminuido en la muerte, así que marchan a la cabeza de vastos ejércitos de esqueletos, arrasando todo a su paso. Los vivos son subyugados y esclavizados, o directamente masacrados para ser alzados de nuevo por los funestos poderes del Rey Tumulario, y unirse a su ejército de conquista.
Muchos reyes y emperadores mortales han cometido el error de asumir que las huestes de no muertos asaltando sus reinos son una simple masa descerebrada. De hecho, bajo el mando de un Rey Tumulario, las legiones esqueléticas son capaces de ejecutar movimientos precisos y maniobras sutiles que rivalizan con las de los ejércitos de los vivos. Las desmadejadas falanges producidas por estos tiranos sin vida obedecen la voluntad de su amo de forma incuestionable y con exactitud. Mediante fintas, contraataques y movimientos de flanqueo, el Rey Tumulario superará táctica y militarmente a sus ingenuos enemigos vivos, desterrando la vida de sus reinos de forma sombría e inevitable.
Los Reyes Tumularios no son sólo grandes estrategas y generales, si no también formidables guerreros. Poseen una resistencia antinatural, pues su armadura anticuada habrá sido bendecida con magia oscura y sus huesos amarillentos son duros como el hierro forjado. Siglos de batallas los han convertido en duelistas magistrales, y se mueven con abrumadora rapidez para ser seres tan antiguos. Las armas que portan son reliquias que tienen maldiciones vorpales, hojas espantosas que buscan golpear las cabezas de sus víctimas.
Los Reyes Tumularios son ferozmente orgullosos e independientes, y están poco dispuestos a hincar la rodilla ante ningún amo, salvo por supuesto ante Nagash, cuya supremacía es incontestable. Muchos vampiros y nigromantes han buscado arrogantemente atar a estos gobernantes no muertos a su voluntad, solo para descubrir para su horror que ni siquiera su magia oscura logra doblegar la imponente voluntad del Rey Tumulario. Estos seres suelen ser condenados a los mas crueles castigos por su arrogancia.
Mentes mas sabias buscan forjar alianzas con estos monarcas en base a la promesa de nuevas tierras para conquistar, y el obsequio de guerreros caídos para engrosar las filas de sus ejércitos. El Rey Tumulario Cortek ha servido mucho tiempo a la Reina Neferata, Mortarca de la Sangre, pues bajo su guía sus dominios se han multiplicado y sus tropas se han beneficiado enormemente de los alzados cadáveres de sus víctimas.
Fuentes[]
- Battletome Legiones de Nagash